Lecciones del libro de Hechos: El eunuco etíope

Resumen

El relato del eunuco confirma la necesidad de la enseñanza del Evangelio como el único medio para la salvación del mundo.

— Lectura bíblica recomendada: Hechos 8:26-40

Introducción

I. En la lección anterior, vimos que el Evangelio se extendió en Judea y Samaria (8:1-25).

II. En esta lección, el Evangelio viaja hacia el continente africano por medio de un eunuco etíope que llega al cristianismo (cf. Hechos 1:8).

III. Hay varias enseñanzas claves en este texto.

Exposición

I. El carácter del eunuco.

A. Él era un hombre religioso, como muchos otros que llegaron a la conversión en Hechos (vs. 27).

B. Era un estudiante de las Escrituras (vs. 28).

C. Era moralmente justo y supervisaba el tesoro de la reina Candace (vs. 27).

D. Era un hombre de espíritu humilde (vss. 30-34).

E. Según un estándar general, era un hombre bueno.

II. La condición del eunuco.

A. Sin embargo, era un hombre que necesitaba la salvación en Cristo (cf. Efesios 2:8-9).

B. Aunque es necesaria, la piedad religiosa no puede salvar a nadie; solamente el Evangelio de Cristo tiene el poder de hacerlo (Mateo 7:21-23; Romanos 1:16-17; 10:13-17; 1 Corintios 15:1-4).

III. La predicación en cuanto a Jesús.

A. Un ángel guio a Felipe cerca del camino del eunuco (vs. 26), y el Espíritu Santo le instruyó a acercarse al carro del eunuco (vs. 29).

B. ¿No cree que es interesante que se enviara a Felipe a predicar a Jesús en vez de que el ángel o el Espíritu Santo lo hiciera directamente?

C. Lo cierto es que la teoría de la operación directa es falsa, pues Dios usa Su Palabra y a Sus mensajeros.

D. El texto revela el contenido de la predicación en cuanto a Jesús.

1. Claramente se habló del sufrimiento y la muerte de Cristo (Isaías 53; 1 Corintios 15:1-4).

2. Obviamente se habló de Su resurrección y ascensión (Romanos 6:3-4).

3. Definitivamente se habló de la importancia del bautismo (vss. 36-39).

4. Es obvio que Felipe predicó precisamente lo que Pedro había predicado en Hechos 2, y nosotros también debemos hacer lo mismo hoy (2:22-38; cf. Gálatas 1:6-9).

E. El resultado de la obediencia es que el eunuco «siguió gozoso su camino» (vs. 39; cf. 16:34).

Conclusión

I. El esparcimiento geográfico del Evangelio continuó cumpliéndose, así como Jesús había declarado.

II. Este relato corrobora adicionalmente la necesidad de la proclamación del Evangelio ya que no hay otro medio para la salvación de las almas.

III. Aunque hoy los ángeles no nos mandan a predicar, las Escrituras claramente lo hacen.