Lecciones del libro de Hechos: De perseguidor a predicador

Resumen

El Evangelio poderoso de Cristo puede recrear nuestras almas abatidas por el pecado y hacernos eficaces en Su servicio.

— Lectura bíblica recomendada: Hechos 9:1-6

Introducción

I. Hechos 9 registra la conversión más popular del libro.

II. También presenta el poder transformador del Evangelio ya que Saulo, el perseguidor de los cristianos, se convierte en el apóstol Pablo de Cristo.

III. Este incidente debería producir autorreflexión, humildad y esperanza.

Exposición

I. Saulo, el perseguidor intenso (Hechos 9:1-2).

A. Saulo buscó intensamente extinguir el movimiento cristiano dentro y alrededor de Jerusalén (Hechos 7:58; 9:1-2; 22:1-5, 19-20; 26:9-11).

B. Él hizo todo esto con una consciencia limpia (Hechos 23:1), creyendo que Jesús era un blasfemo (cf. Levítico 24:14-16) y un profeta falso (cf. Deuteronomio 13:1-5).

C. Su ignorancia no lo eximió de responsabilidad (1 Timoteo 1:12-16).

II. Saulo, el convertido humilde (Hechos 9:3-19).

A. En su camino a perseguir a más «blasfemos», él aprendió que ni Jesús ni Sus seguidores eran blasfemos, sino que él mismo lo era (1 Timoteo 1:13).

B. Habiéndose dado cuenta de su culpabilidad, humilmente buscó redención (9:5-6); el perseguidor despiadado llegó a rogar por misericordia.

C. Se le mandó que fuera a la ciudad para recibir instrucción en cuanto a la salvación (9:6).

D. Ananías le informó de los planes de Dios para él, le enseñó qué hacer (cf. Hechos 22:16), y Saulo llegó a la conversión.

III. Saulo, el predicador ferviente (Hechos 9:20-31).

A. Saulo no perdió tiempo en revertir su curso y trabajar de parte del Camino que anteriormente buscaba destruir (9:20; Gálatas 1:21-23).

B. Los hermanos sintieron algo de duda debido a su pasado violento, pero el respaldo de Bernabé le ayudó a ganar la aceptación de los cristianos (9:26-28).

C. El resultado de su transformación fue profundo para él y para aquellos que lo conocían (9:21-22, 29-31; Gálatas 1:24).

D. El perseguidor entonces se convirtió en el predicador, y en uno muy poderoso.

Conclusión

I. El propósito del Evangelio es la salvación y transformación de las almas perdidas (Romanos 8:29; 1 Timoteo 1:12-16; 2 Corintios 3:18).

II. El perseguidor Pablo que se transforma en un apóstol es un testimonio grandioso de la vida nueva en Cristo.

III. Cristo puede recrear nuestras almas abatidas por el pecado y hacernos eficaces en Su servicio.