Lecciones del libro de Hechos: El Evangelio llega a Samaria

Resumen

El Evangelio todavía es el poder de Dios para salvación. Como los de Samaria, nosotros podemos aceptarlo o rechazarlo.

— Lectura bíblica recomendada: Hechos 8:4-25

Introducción

I. Este texto se enfoca en el trabajo de Felipe, uno de los siete hombres escogidos en Hechos 6 (cf. vs. 5), quien luego es conocido como «Felipe el evangelista» (21:8).

II. Nosotros reflexionaremos en tres doctrinas claves que este texto presenta.

Exposición

I. El poder de Dios para salvación.

A. El calvinismo dice que el Espíritu convierte directamente al corazón impenitente; a esto se conoce como la «gracia irresistible», uno de los principios fundamentales del calvinismo.

B. Hechos 8 enseña lo contrario (cf. vss. 4, 12, 25).

C. El Nuevo Testamento completo dice que el Evangelio es el poder de Dios para salvación (Romanos 1:16-17; 10:13-17; cf. Lucas 8:11-15).

D. La Palabra predicada crea fe salvadora (8:6, 12, 16; cf. Marcos 16:15-16).

II. La transmisión de los dones milagrosos.

A. El pentecostalismo enseña que la gente posee poderes milagrosos hoy.

B. Otra vez, Hechos 8 enseña lo contrario.

1. Los milagros confirmaban la revelación (vss. 6-8, 13; cf. Marcos 16:20; Hebreos 2:1-4).

2. Dios los concedió por un tiempo limitado (vss. 20-21; cf. 1 Corintios 13:8-13).

3. Se los transmitió por la imposición de las manos de los apóstoles (vss. 17-19).

C. Antes de Hechos 6, cuando se lee que Esteban realizaba grandes señales (vs. 8), solamente se registra que los apóstoles realizaban milagros (cf. 2:43; 5:12); el siguiente registro de alguien que no era apóstol y que realizaba milagros es el de Felipe en el capítulo 8.

D. Ambos predicadores recibieron la imposición de manos apostólicas en Hechos 6 (vss. 5-6).

E. No hay indicación de que algún cristiano, excepto los apóstoles, pudiera conceder dones milagrosos por la imposición de manos.

III. La posibilidad de apostasía.

A. El calvinismo también declara que los elegidos, quienes han sido abrumados por la gracia irresistible de Dios, no pueden caer de tal gracia.

B. Sin embargo, una vez más Hechos 8 enseña lo contario (vss. 13-24; cf. Juan 15:1-6; 1 Corintios 9:27; Gálatas 5:4; 1 Timoteo 4:1; Hebreos 6:4-6; 2 Pedro 2:20-22).

1. Simón fue salvo como los demás lo fueron (8:12-13; cf. Marcos 16:15-16).

2. Sus costumbres pecaminosas pasadas salieron a luz nuevamente y pusieron su alma en riesgo (8:20-24).

3. Él tuvo que arrepentirse de su maldad y orar para recibir el perdón de Dios.

Conclusión

I. El poder de Dios para salvación en Cristo no ha cambiado.

II. Nosotros podemos aceptarlo o rechazarlo, pero no podemos modificarlo para ajustarse a nuestros deseos.

III. Este texto debería confirmar nuestra dedicación y fidelidad ante el Señor y Su Palabra.