La iglesia del Nuevo Testamento: La expectativa del Antiguo Testamento

Resumen

En el Antiguo Testamento, Dios anticipó la llegada del Mesías, como también del reino espiritual que Él establecería.

— Lectura bíblica recomendada: Isaías 2:1-4; Daniel 2:36-45

Introducción

I. La iglesia como parte del propósito eterno de Dios fue un punto central de Su revelación progresiva en el Antiguo Testamento.

II. Poco a poco, la descripción llegó a ser más clara hasta que el misterio fue completamente revelado en la era apostólica.

III. Esta lección traza el progreso de esta revelación, desde la tragedia que demandó su promesa hasta el término del Antiguo Testamento.

Exposición

I. La caída trágica de la humanidad.

A. El comienzo de la humanidad fue dichoso.

1. Se le concedió el privilegio de llevar la imagen de Dios (Génesis 1:26-27).

2. Se le concedió el huerto en Edén, que literalmente significa «placer» (Génesis 2:8, 15).

3. Se le concedió alimento suficiente con poco trabajo (Génesis 2:9, 15-17; 3:17-19).

4. Se le concedió el potencial de vida sin término (Génesis 2:9, 17; 3:19, 22-24).

5. Se le concedió comunión personal con Dios (Génesis 2:15-22; 3:8-11).

B. La rebelión deshizo todas estas realidades dichosas.

1. La supervivencia llegó a ser difícil y dolorosa (Génesis 3:16-19).

2. La muerte llegó a ser una realidad, así como se advirtió (Génesis 2:17; cf. Romanos 5:12).

3. Lo peor de todo fue que se interrumpió la comunión directa con Dios (Génesis 3:22-24; cf. Isaías 59:1-2; Apocalipsis 21:22-22:5).

C. En medio de tales consecuencias, Dios prometió una solución.

II. La promesa divina de restauración (Génesis 3:15).

A. Génesis 3:15 es la primera indicación del plan de redención de Dios.

B. Esta promesa inicial sería refinada con el tiempo:

1. Primero se la limitó de la simiente de la mujer a la simiente de Abraham (Génesis 12:1-3; 22:17-18).

2. Luego se la limitó a los descendientes de Judá (Génesis 49:10).

3. Finalmente se la limitó a un descendiente de David (2 Samuel 7:12-16).

C. Aunque Dios cumplió la promesa de establecer la nación de Israel, fue evidente que Israel había fallado.

D. Debido a la rebeldía de Israel, el reino terrenal de la dinastía davídica llegó a su final, así como se predijo (1 Reyes 9:1-9; 2 Reyes 25).

III. Los profetas y el reino venidero.

A. Dios prometió restaurar a Israel si es que el pueblo se arrepentía (Deuteronomio 30:1-10).

B. Los profetas anunciaron este día de restauración (Isaías 11:1-5; Jeremías 23:1-8; 31:31-34; Amós 9:11-15).

C. Sin embargo, el reino restaurado tendría una naturaleza diferente.

1. Tendría un pacto diferente (Jeremías 31:31-34).

2. Su Gobernador sería Sacerdote y Rey (Zacarías 6:12-15).

3. Incluiría a gente de toda nación, no solamente a los descendientes físicos de Abraham (Génesis 12:3; Isaías 2:1-4; Daniel 7:13-14).

4. Sería indestructible y eterno (Daniel 2:44).

IV. El regreso del exilio y la esperanza mesiánica.

A. El decreto de Ciro dio señal al comienzo de la restauración (2 Crónicas 36:22-23; Esdras 1:1-4).

1. La restauración del templo desarrolló adicionalmente esta restauración (Esdras 3-6).

2. Sin embargo, no se estableció a ningún rey en el trono de David para tal tiempo.

3. Tampoco hubo la clase de paz que se esperaba (Isaías 11:1-10).

B. Malaquías concluyó el Antiguo Testamento con una nota de expectativa (Malaquías 3:1-4; 4:5-6).

C. En los próximos 400 años de silencio la expectativa mesiánica crecería en el pueblo.

Conclusión

I. La interacción entre el Antiguo y el Nuevo Pacto es crucial para edificar y sostener fe salvadora en Cristo (2 Timoteo 3:14-17).

II. Esta expectativa mesiánica fue parte del cumplimiento del tiempo cuando todo llegó a estar listo para que Dios enviara a Su Hijo (Gálatas 4:4-7; Efesios 1:7-10).

III. Dios estaba dejando un rastro de evidencia para que cualquiera que investigara honestamente la verdad pudiera encontrarla (Mateo 13:13-17).