La iglesia del Nuevo Testamento: El enfoque de la Biblia

Resumen

Es un error declarar que Cristo no pudo establecer Su reino debido a que los judíos Lo rechazaron. El reino es la iglesia.

— Lectura bíblica recomendada: Hechos 2:37-47

Introducción

I. En la lección anterior estudiamos en cuanto al reino esperado de Dios que se había acercado.

II. Jesús prometió edificar Su iglesia y abrir las puertas del reino (Mateo 16:18-19); en esta lección veremos el cumplimiento de esta promesa.

Exposición

I. El derramamiento del Espíritu Santo.

A. En Lucas 24:44-49, Jesús preparó a Sus apóstoles para el reino.

1. Todas las obras malas contra Él habían cumplido las profecías del Antiguo Testamento.

2. El arrepentimiento y la remisión de pecados comenzarían a ser ofrecidos a todo el mundo.

3. Los apóstoles debían esperar la promesa del Padre en Jerusalén (cf. Juan 14:16-17; 15:26; 16:12-15; Joel 2:28-32).

B. En Hechos 2:1-13, el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles, y los eventos ocasionaron diferentes respuestas de la multitud que los presenció.

C. En Hechos 2:14-21, Pedro argumentó que la profecía de Joel estaba siendo cumplida en presencia de ellos.

D. El resultado de este derramamiento era que la salvación de Dios sería accesible para todo el que se sometiera al nombre o autoridad del Señor (Hechos 2:21; 22:16).

II. El señorío y mesiazgo de Jesús.

A. Pedro usó estos eventos para probar que Jesús era el Cristo que ellos esperaban.

1. Dios había confirmado el origen divino de Jesús con milagros que no podían ser negados (Hechos 2:22; cf. Juan 3:2; 5:36-37; 11:45-48).

2. La prueba más grande era Su resurrección, un hecho que David había predicho mucho tiempo antes (Hechos 2:23-35; Romanos 1:4; cf. Salmos 16:8-11).

3. Debido a esto, Pedro declaró que Jesús es Señor y Cristo (Hechos 2:36).

B. Al darse cuenta de que habían matado al Ungido de Dios, la audiencia quebrantada buscó redención y reconciliación (Hechos 2:37).

C. En otras palabras, ellos invocaron el nombre (o la autoridad) del Señor (Hechos 2:21).

III. La apertura de las puertas del reino.

A. En respuesta a la pregunta de ellos, Pedro presentó los términos de entrada en el reino de Dios que entonces había sido establecido (Hechos 2:38).

B. Los que recibieron (aceptaron) las palabras de Pedro fueron bautizados y añadidos a la iglesia (Hechos 2:40-41, 47).

C. Aquellos que fueron añadidos a la iglesia comenzaron una vida nueva, cumpliendo las enseñanzas del Señor y Sus apóstoles (Hechos 2:42-47; cf. Romanos 6:4).

D. El Señor dio prueba de que los apóstoles eran Sus embajadores a través de las señales que les concedió (Marcos 16:17-20; Hechos 1:8; 2:43; Hebreos 2:1-4).

E. Todos los que obedecen al Evangelio son librados del poder de las tinieblas y añadidos al reino de Cristo (Colosenses 1:13).

Conclusión

I. La comunidad premilenialista ha cometido un error grave al declarar que Cristo no pudo establecer Su reino debido a que los judíos Lo rechazaron.

II. El reino fue establecido, y su manifestación en la tierra es la iglesia.

III. En la próxima lección consideraremos algunos términos intensos que describen a la iglesia.