Emanuel: La Simiente de la promesa del Evangelio
| Resumen | Desde Génesis 3 hasta Apocalipsis 22, cada parte de la Biblia apunta a la redención de la humanidad a través del Mesías. |
— Lectura bíblica recomendada: Génesis 3:15
Introducción
I. En esta lección nos enfocaremos en la necesidad profunda que la humanidad tiene de Emanuel, «Dios con nosotros».
II. Específicamente, nos enfocaremos en el primer evangelio en medio del primer pecado, poniendo atención en las grandes advertencias y bendiciones que contiene.
Exposición
I. La caída de la humanidad.
A. No es una exageración decir que Génesis 3 registra el día más tenebroso de la historia humana.
B. Del estado de dicha que Dios brindó (1:31-2:25), surgieron vergüenza, sospecha, separación, dolor y muerte (2:17; 3:1-24; Romanos 5:12; 8:20-22).
II. La redención prometida.
A. En medio de esta gran oscuridad y tristeza, Dios concedió un destello de luz.
B. Conocido como el «primer evangelio», Génesis 3:15 ofrece la «promesa de la Simiente» por la cual vendría la redención de la humanidad caída.
C. Habría dos «simientes» que darían origen a dos grupos humanos muy distintos.
1. La simiente de la serpiente: los descendientes de Satanás (cf. Juan 8:39-44; 1 Juan 3:8, 12; Mateo 13:38).
2. La Simiente de la mujer: Alguien que no vendría del hombre (cf. Isaías 7:14).
D. A través de un conflicto intenso, al final la Simiente de la mujer destruiría a la serpiente (Génesis 3:15).
E. ¿Cómo podemos estar seguros de que esto es cierto?
III. La perfección de la promesa.
A. Aunque inicialmente vaga, la promesa de la Simiente fue perfeccionada con el tiempo.
B. La expresión genérica «Simiente de la mujer» llegó a aplicarse a la descendencia de Abraham (Génesis 12:1-3; 22:17-18).
C. A través de Isaac y Jacob, la esperanza mesiánica se especificó más y se enfocó en Judá (Génesis 49:10).
D. De Judá, la línea real se centró en David y sus descendientes (2 Samuel 7:12-16).
E. Para la época del Nuevo Testamento, la expresión «Hijo de David» ya era sinónimo de «Mesías».
F. Desde Génesis 3 hasta Apocalipsis 22, cada parte de la Biblia apunta a la redención a través del Mesías.
IV. El cumplimiento de la promesa.
A. La promesa de la Simiente se cumplió tal como los profetas lo predijeron (Lucas 24:44-45).
B. El evangelista Mateo y el ángel Gabriel proclamaron que la profecía de Isaías sobre el Bebé nacido de una virgen se había cumplido (Mateo 1:22-23; Lucas 1:30-35).
C. Jesús comenzó Su ministerio diciendo: «El tiempo se ha cumplido» (Marcos 1:14-15).
D. Pablo confirmó que la profecía sobre la Simiente de la mujer tuvo su cumplimiento en la venida de Jesús: «Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley» (Gálatas 4:4-5).
E. El autor de Hebreos afirmó que la Simiente de la mujer hizo exactamente lo que Dios dijo que haría: destruir al enemigo (Hebreos 2:14-15; Romanos 16:20).
Conclusión
I. El nacimiento de Jesús fue una señal de que Dios es fiel a Sus promesas.
II. A pesar de sus mayores esfuerzos, el maligno no pudo impedir los planes de Dios.
III. Esta realidad es el ancla de nuestras almas (Hebreos 6:17-20).
Publicado el 22 de diciembre de 2025 en www.ebglobal.org. Traducido por Moisés Pinedo. Título original en inglés: «Emmanuel: The Seed of the Gospel promise», por Todd Houston.