Una vida de crecimiento

Resumen

El crecimiento espiritual es un mandamiento. Practique las disciplinas que la Biblia promueve para seguir creciendo.

Dos leyes principales de la vida son el crecimiento y la muerte. Cuando algo deja de crecer, comienza a morir. Esto se aplica a la vegetación, los animales, los seres humanos, los negocios, las iglesias y las naciones.

El crecimiento implica imperfección (que todavía no se ha llegado al punto al que se debe llegar), pero también implica mejoramiento. Note lo que el apóstol Pablo escribió:

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses 3:13-14).

El crecimiento es un mandamiento:

Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor (1 Pedro 2:1-3).

Los cristianos en Tesalónica estaban creciendo en su fe y amor:

Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis (2 Tesalonicenses 1:3-4).

Debemos crecer:

Intelectualmente

Mucha gente (tal vez la mayoría) que goza de longevidad continúa siendo activa intelectualmente. Usted puede quitar algo de la monotonía de su vida al esforzarse en desarrollar su intelecto.

Socialmente

Los que rehúsan crecer socialmente pierden la calidez de la amistad y la fortaleza del compañerismo. Jesús fue amigable y sociable para con todos los que Le permitían ser parte de su vida. Entre los atributos más hermosos de la iglesia del Nuevo Testamento estaba el hecho de que, «perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón» (Hechos 2:46).

Espiritualmente

Como vimos en 1 Pedro 2:1, los que no crecen no pueden dejar a un lado el pecado (vea también 2 Pedro 1:5-7). Si dejamos de crecer, también dejaremos de producir fruto (Juan 15:1-6). Hay un destino terrible para aquellos que mueren en estancamiento espiritual (Apocalipsis 3:1-3, 14-22).

Isaac Watts, el «Padre de la himnología inglesa», solamente tenía algo de cinco pies de altura. Se dice que, cuando alguien bromeó en cuanto a su altura, él respondió:

Incluso si fuera tan alto como para alcanzar las nubes y

sujetar el océano con mis brazos,

todavía sería medido por mi alma;

pues este es el estándar del verdadero hombre.

Involúcrese en aquellas disciplinas espirituales que Dios presenta en Su Palabra para seguir creciendo: Ame a Dios supremamente, sirva a su prójimo sacrificialmente, estudie, ore, adore y ofrezca su amistad y unidad a la iglesia.