Mateo 19:9 y el perdón del adúltero arrepentido

Resumen

¿Qué implica el perdón del adúltero en vista de Mateo 19:9? Jesús expidió una instrucción y una excepción en este texto.

Pregunta

«¿Demanda la instrucción del perdón que la parte inocente de Mateo 19:9 restaure la relación matrimonial con su cónyuge que se arrepiente después de haber cometido adulterio?».

Respuesta

La respuesta a esta pregunta requiere que se entienda correctamente la instrucción del perdón y sus implicaciones:

  • Primero, se debe entender que el perdón no es una opción para el cristiano, sino un mandamiento. Después de enseñar a Sus discípulos a orar, Jesús añadió: «mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas» (Mateo 6:15). En Mateo 18:21-22, les instruyó adicionalmente a perdonar hasta setenta veces siete,[1] y reforzó tal instrucción con Su parábola de los dos deudores, en la cual señaló que el Padre castigará a aquellos que no perdonan de corazón a sus hermanos (vss. 23-35). En Lucas 17:4, incluso fue más enfático: «Y si siete veces al día [tu hermano] pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale». (Esto implica que el perdón depende del arrepentimiento: Lucas 17:3; cf. Hechos 2:38; 8:22; Apocalipsis 2:5, 16). Por ende, al tener en cuenta este aspecto del perdón, se debe concluir que la parte inocente de Mateo 19:9 debe perdonar a su cónyuge infiel que se arrepiente.

  • Sin embargo, también se debe entender lo que el perdón no demanda necesariamente: «restauración».[2] Cuando Dios perdonó a la primera pareja humana, no le restauró su huerto paradisíaco (Génesis 3:22-24); cuando perdonó a Moisés por su pecado en las aguas de Meriba, no le restauró la oportunidad de entrar a la tierra prometida (Deuteronomio 32:48-52); y cuando perdonó a David por su adulterio y homicidio, no le restauró la vida de su hijo recién nacido (2 Samuel 12:1-18). Aunque es cierto que, por un lado, Mateo 19:9 no anula el perdón (ya que otros pasajes claramente lo demandan), por otro lado, no exige que la parte inocente restablezca la relación matrimonial con su cónyuge arrepentido que ha sido infiel.

En Mateo 19:9, Jesús decretó Su voluntad sagrada en cuanto al matrimonio, el divorcio y las segundas nupcias en armonía completa con lo que el perdón demanda, y al mismo tiempo brindó una excepción[3] para el divorcio y las segundas nupcias en vista de lo que el perdón no demanda. Desde luego, Dios, Quien es el Ejemplo del amor supremo, perdona y restaura el pacto matrimonial con Su pueblo (tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento),[4] y por ende, la parte inocente debería considerar este ejemplo y analizar si es posible y oportuno (especialmente si hay hijos de por medio) conservar la relación matrimonial. No obstante, Dios entiende la naturaleza profundamente terrible del adulterio, y entiende que no todos pueden superar la infidelidad del cónyuge y restablecer el matrimonio a su condición previa, y por tanto, en Su sabiduría infinita, ha permitido que, en el caso exclusivo del adulterio, la parte inocente tenga la opción de repudiar a su cónyuge infiel y subsiguientemente buscar una nueva relación matrimonial, si así lo desea.

[1] Robertson indica que no es claro si esta expresión significa setenta y siete veces, o setenta veces siete. «Pero en cualquier caso, esto no tiene importancia ya que claramente Jesús quiere decir perdón ilimitado». —Robertson, Archibald, T., Descripciones de palabras en el Nuevo Testamento [Word pictures in the New Testament], sobre Mateo 18:22 (Altamonte Springs, FL: Accordance / OakTree Software, 2001).

[2] «Restauración» hace referencia al restablecimiento de algo a su estado o posición anterior.

[3] Note la palabra «salvo» en la RVR1960 (o «a menos» o «excepto» en otras versiones) en Mateo 19:9.

[4] Él restaura la relación ya que, a diferencia de nuestra relación entre esposos, el hombre no puede ser salvo fuera de la relación con Dios (cf. Efesios 5:23-27).