«Tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío»

Resumen

Después que haya partido de esta vida y haya dejado a sus seres queridos, ¿se lo extrañará porque su asiento estará vacío?

La última parte de 1 Samuel 20:18 dice: «tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío». El hijo del rey Saúl dirigió estas palabras a David. Pero estas palabras también nos ayudan a reflexionar en cosas que están más allá del contexto de las palabras de Jonatán.

Primero, como David, ¿se nos extrañará ya que nuestro asiento estará vacío cuando muramos? ¿Somos la clase de cónyuges, padres o amigos que nuestra familia y conocidos extrañarán cuando nos marchemos, o no marcamos ninguna diferencia en los corazones de nuestros familiares y conocidos? Tal vez estamos impactando de manera negativa a aquellos alrededor nuestro. «Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten» (Colosenses 3:18-21). ¿Se lo extrañará porque su asiento estará vacío?

Segundo, ¿se nos extrañará en la comunidad de los siervos de nuestro Señor Jesucristo? Aunque nadie es imprescindible, la ausencia de un hijo devoto de Dios que se dedica a las buenas obras dejará un vacío en la tropa de los soldados de Jesús. Después de que se haya marchado, ¿se notará su ausencia entre los obreros que trabajan por la causa de Cristo? «Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras» (Tito 3:8). Dorcas era una sierva fiel, quien «abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía» (Hechos 9:36). Cuando Pedro fue llamado, «le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas» (vs. 39). ¿Se lo extrañará porque su asiento estará vacío?

Tercero, ¿se nos extrañará en el grupo de empleados con los cuales nos hemos ganado la vida? ¡Qué vergüenza sería morir y que nadie lo notara en el lugar de trabajo ya que no hemos hecho ninguna contribución valiosa! «Siervos [o «empleados» en nuestro tiempo], obedeced en todo a vuestros amos terrenales [o pensemos en nuestros jefes], no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís» (Colosenses 3:22-24). ¿Se lo extrañará porque su asiento estará vacío?

Siempre que esté en su poder y dentro de la voluntad de Dios, fije su asiento en la mesa. «Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor» (Efesios 5:15-17). ¿Se lo extrañará porque su asiento estará vacío?

Antes que mi asiento a la mesa quede vacío, hay algunas cosas que deseo realizar. Quiero asegurarme de expresar adecuadamente mi amor a los miembros de mi familia mientras que todavía tengo aliento. Hay obras en mi comunidad y más allá de ella que espero cumplir antes de morir (e. g., escribir libros, publicar artículos, editar revistas, hacer viajes misioneros). Yo puedo recordar las palabras de mi amada esposa Bonnie en el último día que todavía tenía la capacidad de pensar y expresarse antes de su muerte prematura: «¡Pero todavía no he acabado mi obra!». La pregunta todavía permanece en pie: «¿Se lo extrañará porque su asiento estará vacío?».