Recuerdos familiares: Tiempo de enfoque
| Resumen | Como padres, ¿estamos criando a nuestros hijos con el enfoque adecuado? De no ser así, enfoquémonos en el reino de Dios. |
Salí de mi oficina un día y entré a la sala cuando vi a Layla (cinco años) jalando la cesta de ropa sucia mientras repetía algo. Cuando entré a mi cuarto, ella regresó y jaló la sábana de la cama y la arrastró rápidamente por el piso mientras repetía las mismas palabras. Ya que ella salió tan pronto como entró, yo no pude entender lo que estaba diciendo, así que volteé hacia mi esposa y le pregunté: «¿Qué está repitiendo Layla?». Ella respondió: «¡Oh! Este es su día de tareas de lavandería. Ella está diciendo: “¡Enfócate, Layla! ¡Enfócate, Layla! ¡Enfócate, Layla!...”».
Ya que hay muchas distracciones en la vida, si queremos cumplir una tarea (por ejemplo, la lavandería), debemos enfocarnos en ella. Cuando se trata de la familia, muchas cosas desvían nuestra atención de las prioridades verdaderas. Algunos padres llegan a ocuparse tanto con horas adicionales de trabajo para proveer más cosas y entretenimiento a sus hijos que se privan del tiempo para la crianza verdadera (cf. Colosenses 3:1-2). Otros inscriben a sus hijos en tantos eventos deportivos que terminan sin energía ni tiempo para el ejercicio espiritual (cf. 1 Timoteo 4:8). Otros se enfocan tanto en lo académico que prestan poco o nada de atención a la educación bíblica (cf. Eclesiastés 1:12-14).
Frecuentemente nos enfocamos tanto en el mundo físico y sus placeres temporales (1 Juan 2:17) que olvidamos que nuestra existencia terrenal se trata del cielo (cf. Hebreos 11:13-16). Lo cierto es que, cuando nos presentemos ante Dios en el día final, Él no nos juzgará por no proveer una casa más grande, ropas de marca o la mejor educación secular para nuestros hijos; en cambio, nos juzgará por no criarlos «en disciplina y amonestación del Señor» (Efesios 6:4). En tal día, nuestro dinero, fama, educación, apariencia y posición social no importarán. Lo que importará será si nuestra alma y las almas de los miembros de nuestra familia están preparadas para la eternidad.
Como padres, ¿estamos viviendo con nuestro enfoque en el cielo? De no ser así, remanguémonos las camisetas y pongamos manos a la obra. ¡Enfoquémonos, padres! ¡Enfoquémonos, padres! ¡Enfoquémonos, padres!
Publicado el 1 de diciembre de 2025 en www.ebglobal.org.