El racismo
| Resumen | El racismo obstaculiza la salvación. Todos somos creados a la imagen de Dios y merecemos amor, respeto y aceptación. |
Hay pecados que «entiendo». Entiendo por qué algunas personas hacen ciertas cosas. Entiendo la atracción de la codicia. Entiendo lo que motiva a la gente a cometer inmoralidad sexual. Entiendo la envidia. Incluso entiendo, en cierto grado, el ateísmo.
Pero hay otras cosas que simplemente no puedo entender. No entiendo por qué alguien desearía practicar la brujería. No entiendo la idolatría. No entiendo el prejuicio. No entiendo el machismo; no entiendo por qué algunos hombres piensan que una mujer es inferior solo porque es mujer.
No entiendo el racismo. No entiendo por qué algunas personas piensan que otros son inferiores solo porque son de raza diferente. El racismo no tiene lugar en el cristianismo.
Dios creó a todos los seres humanos a Su imagen y conforme a Su semejanza (Génesis 1:26-28).
Todas las culturas tienen una posición equivalente ante los ojos de Dios. Por ejemplo, en Hechos 17:26, Pablo señaló que Dios hizo de un solo hombre (Adán) a todos los seres humanos que habitan la tierra.
El único sentido en que una sociedad es más avanzada que otra es en el ámbito espiritual; es decir, si una sociedad se apega más a los principios bíblicos del Nuevo Testamento auténtico.
Pedro dijo cuando estuvo en la casa de Cornelio: «En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia» (Hechos 10:34-35).
Dios es el Dios de todas las culturas. Jesús es el Salvador de todas las razas.
El racismo viola la regla de oro. Yo no quiero que la gente me juzgue según estándares superficiales. No quiero ser objeto de prejuicio. Sin duda, usted tampoco quiere serlo. Por tanto, no deberíamos involucrarnos en el racismo.
En Gálatas 2:11-14, Pedro fue culpable, no de racismo en sí, sino de etnocentrismo. Pablo escribió que, aunque Pedro comía con los gentiles, cuando algunos cristianos judíos de parte de Jacobo llegaron de Jerusalén, él «se retraía y se apartaba [de los gentiles], porque tenía miedo de los de la circuncisión» (vs. 12).
Los cristianos debemos evitar los estereotipos raciales. Debemos evitar las bromas basadas en estereotipos raciales. Debemos examinar cuidadosamente nuestro corazón y nuestro comportamiento, y asegurarnos de que no tengamos prejuicios contra alguien de raza, cultura o grupo étnico diferente. El caso de Pedro en Gálatas 2 nos enseña que el racismo puede obstaculizar nuestra salvación.
Toda raza es creada a la imagen de Dios y merece nuestro amor, respeto y aceptación.
Publicado el 24 de noviembre de 2025 en www.ebglobal.org. Traducido por Moisés Pinedo. Título original en inglés: «Racism», en Droplets of Living Water, 30 de noviembre de 2020.