La iglesia es importante

Resumen

La iglesia tiene importancia vital, tanto que nadie que ha llegado a una edad responsable puede ir al cielo fuera de ella.

En vez de ser una ocurrencia tardía o un «remiendo» temporal como los premilenialistas suponen, la iglesia estuvo en la mente eterna de Dios y es un componente fundamental e indispensable en el plan de salvación de Dios para la humanidad. Note cuidadosamente el siguiente pasaje bíblico escrito por el inspirado apóstol Pablo:

A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor (Efesios 3:8-11).

Las «inescrutables riquezas de Cristo» (o el Evangelio) anteriormente fueron un «misterio» hasta que se las predicó claramente en el primer siglo. En el pasado, «desde los siglos» (antes del patriarcado, el judaísmo o el cristianismo), el Evangelio estuvo «escondido…en Dios». Desde alrededor de 33 d. C. hasta el tiempo presente, el gran plan de Dios para la redención humana ha sido dado «a conocer por medio de la iglesia». Este plan estuvo en Su «propósito eterno» y «en Cristo Jesús nuestro Señor»; el Mesías, el Hijo de Dios, es el Personaje clave que hizo la libertad del pecado una realidad.

Adicionalmente, la iglesia es importante porque fue adquirida con la sangre de Jesucristo: «…la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre» (Hechos 20:28). La «iglesia» no hace referencia a un lugar de reunión, como un edificio con paredes, sino hace referencia a las almas salvadas que se añaden a otras almas que el Señor Jesucristo ya ha salvado (Hechos 2:47). En este sentido, se puede decir que la sangre de Cristo adquirió a la iglesia un alma a la vez: «…en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados» (Efesios 1:7; Colosenses 1:14). «Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre…» (Apocalipsis 1:5).

La iglesia también es importante porque fue objeto de muchas profecías del Antiguo Testamento. Nuestro Señor Jesucristo usó las palabras «iglesia» y «reino» intercambiablemente en Mateo 16:18-19 para hacer referencia a la misma institución divina. Por tanto, las profecías del Antiguo Testamento en cuanto al reino celestial eterno que sería establecido en Jerusalén hacen referencia a «las iglesias de Cristo» (Romanos 16:16) o a «la iglesia de Dios» (1 Corintios 1:2). Isaías 2:2-3 hace referencia al reino o iglesia como el «monte de Jehová», señala el tiempo de su establecimiento («en lo postrero de los tiempos»), y designa a Jerusalén como el lugar de su establecimiento. Daniel 2:31-45 revela cuándo el reino o la iglesia sería establecido—durante el cuarto reino terrenal que gobernaría el mundo mediterráneo y el Medio Oriente: el Imperio romano. Este pasaje también revela la duración eterna o sin final del reino o la iglesia: «Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre» (Daniel 2:44). Joel 2:28-3:2 señala el propósito, el lugar y los beneficiarios del reino o la iglesia. Daniel 7:13-14 revela quiénes son los beneficiarios y cuál es la duración del reino o la iglesia.

Finalmente, la iglesia también es importante porque Jesús regresará para llevarla al final del tiempo: «No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis» (Juan 14:1-3; cf. 1 Tesalonicenses 4:16-17). «Luego [viene] el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre…» (1 Corintios 15:24).

Al tener en cuenta estos puntos, se puede concluir que la iglesia es importante. La iglesia de la cual leemos en la Biblia tiene importancia vital; es tan crucial que ninguna persona que ha llegado a una edad responsable puede ir al cielo fuera de ella—ya que los salvos son añadidos a la iglesia y son parte de ella.