Victoria en Jesús: Introducción

Resumen

La victoria es de los cristianos, siempre y cuando nos aferremos al Evangelio de Jesucristo y a Sus promesas eternas.

— Lectura bíblica recomendada: 2 Corintios 2:14-16

Introducción

I. Ya que es un reto buscar la santidad sobre la felicidad temporal, es prudente tomar algo de tiempo para considerar la victoria que nos espera.

II. Como en el caso del crecimiento en cualquier área, es necesario que derribemos algo antes de comenzar a construir.

III. Esta serie enfatizará la victoria gloriosa que Jesús aseguró en Su muerte, sepultura y resurrección a aquellos que viven buscando Su santidad.

IV. El objetivo es que superemos los retos que enfrentamos en nuestro camino de fe.

Exposición

I. La certidumbre de las dificultades.

A. Todos los que han llegado a una edad de madurez física están conscientes de las dificultades de la vida.

B. Aunque la evidencia bíblica nos revela la razón del sufrimiento (Génesis 3:14-19; Romanos 5:12), el dolor todavía permanece.

C. El cristianismo incluso añade ciertas dificultades (Mateo 5:10-12; Juan 15:18-21; 2 Timoteo 3:12).

D. En 2 Corintios, Pablo mencionó algunas de sus pruebas:

1. Él enfrentó amenazas de muerte en Asia (1:8-11).

2. Enfrentó el criticismo de sus detractores (1:15-2:2; 10:7-13).

3. Enfrentó dolor por la tristeza del ofensor (2:3-11).

4. Enfrentó tribulación constante (4:7-12).

5. Enfrentó a los maestros falsos (11:5-15).

6. Enfrentó una variedad de sufrimientos (11:23-29).

7. Enfrentó una carga física que lo humillaba (12:7-10).

E. ¿Cómo encontró fortaleza en su debilidad (12:10)?

II. El consuelo del pueblo de Dios.

A. Al comienzo de su segunda epístola a los corintios, Pablo enfatizó el consuelo perpetuo de Dios para Su pueblo (1:3-5).

B. Esto causa que nos preguntemos en cuanto al medio que Él usa para consolar a Su pueblo.

C. La respuesta de Pablo es el enfoque eterno que reconoce que el sufrimiento por Cristo produce consolación en vista de la salvación (1:6-7; 4:13-5:8).

D. Este es el cumplimiento final de la promesa de Dios de consolar, en el más allá, a Su pueblo de todo sufrimiento (2 Corintios 6:2; Isaías 40:1-5; 49:8).

III. El triunfo en Cristo.

A. Teniendo presente lo anterior, el pasaje que estamos considerando enfatiza la realidad del triunfo en Cristo (2 Corintios 2:14-16).

B. Pablo usó la práctica de la procesión triunfal romana para describir la victoria final en Jesús.

C. El general conquistador y su ejército desfilaban a través de Roma para celebrar su victoria.

D. Un grupo de cautivos conquistados caminaba delante del triunfador como demostración de su triunfo.

E. El mensaje era claro para todos: este es el vencedor.

F. El mensaje para nosotros es simple: sin importar las circunstancias, somos siempre victoriosos en Cristo.

IV. El aroma de la muerte y la vida.

A. La naturaleza condicional de esta victoria es enfatizada en este elemento final de la ilustración.

B. Mientras la procesión continuaba su marcha, los templos se abrían y se ofrecía incienso en los altares.

C. Para el vencedor, este era el olor de la victoria, pero para los cautivos, era el olor de la muerte.

D. Esto se aplica al Evangelio, pues el que lo acoge completamente recibe la seguridad de la victoria en todas las cosas, pero el que lo rechaza permanece en muerte espiritual.

Conclusión

I. Este conocimiento nos fortalece para conquistar toda prueba y gozar de la vida abundante que Jesús vino a ofrecer a Sus ovejas (Juan 10:10).

II. La pregunta es: ¿Qué aroma emite el Evangelio para nosotros?

III. La victoria es de los cristianos, siempre y cuando nos aferremos al Evangelio (1 Corintios 15:1-2, 57-58).