Las preguntas correctas

Resumen

En el discernimiento de lo malo y lo bueno, debemos hacer las preguntas correctas y considerar los principios bíblicos.

— Lectura bíblica recomendada: Filipenses 1:9-11

Introducción

I. La Biblia señala explícitamente algunos pecados y sus consecuencias (e. g., 1 Corintios 6:9-11; Gálatas 5:19-21; Efesios 5:3-7; Apocalipsis 21:8).

II. Sin embargo, hay otras cosas similares («tales cosas»—Gálatas 5:21) que no son explícitas y que se deben discernir por medio de los principios bíblicos (e. g., Efesios 5:8-10,14-17; Filipenses 1:9-11; Hebreos 5:14).

Exposición

I. Se debe evitar las preguntas que son incorrectas o insuficientes.

A. Ursula Le Guin dijo: «No hay respuestas correctas para preguntas incorrectas».

B. Robert Half dijo: «Hacer preguntas correctas requiere tanta destreza como dar respuestas correctas».

C. Una pregunta muy común, aunque insuficiente, es: «¿Es este un asunto de salvación?».

D. Tales tipos de preguntas pueden guiarnos al «minimalismo espiritual» (en que se hace lo mínimo que pensamos que Dios espera).

II. Se debe hacer las preguntas correctas.

A. En asuntos religiosos y morales, a algunos les gusta vivir tan cerca del «límite» entre la voluntad de Dios y los placeres el mundo.

B. Aunque tampoco podemos ser como los fariseos y legislar cuando Dios no ha legislado, tampoco debemos relajar los estándares de Dios y los principios de la Escritura.

C. La pregunta correcta es: «¿Agrada esto a Dios?» (2 Corintios 5:9-10).

III. Se debe considerar los principios saludables para las decisiones religiosas y morales correctas.

A. El principio de la duda (Romanos 14:22-23). Si tiene duda, ¡no lo haga!

B. El principio de la justicia (1 Tesalonicenses 5:21; Hebreos 5:14). ¿Es esto bueno, recto o justo?

C. El principio de la santidad (Efesios 5:7-12). ¿Me confunde esto con el mundo?

D. El principio de la universalidad (Mateo 7:12). ¿Muestra esto interés por mi prójimo?

E. El principio del servicio (Mateo 20:28; Juan 12:26; 13:1-17). ¿Tiene esto un propósito útil?

F. El principio de la oración (1 Tesalonicenses 5:17; Santiago 1:5). ¿He orado antes de hacer esto?

Conclusión

I. Aunque es importante saber si una práctica pone nuestra alma en peligro, no debemos desear encontrar el «límite» para vivir al borde de este.

II. Debemos vivir lo más cerca de la luz si queremos tener la seguridad de los efectos limpiadores de la sangre de Cristo (1 Juan 1:7).

III. Esto requiere que nuestros sentidos estén ejercitados para discernir lo bueno y lo malo (Hebreos 5:14).

IV. Determinemos que nuestra meta constante será agradar a Dios en todo (2 Corintios 5:9).