La Tentación de Jesús

Lectura bíblica recomendada: Mateo 4:1-11

Introducción

A. Aunque es bueno meditar en las horas que Jesús pasó en el Getsemaní y el Calvario, no debemos olvidar meditar en los 40 días de tentación que pasó en el desierto de Judea.

B. En ese tiempo, Jesús experimentó gran presión, así que buscó tiempo a solas con el Padre en ayuno y oración.

Exposición

I. Esta pudo haber sido la mejor oportunidad para que Satanás tuviera victoria sobre el hombre.

A. Aunque no es claro cuánto Satanás sabía sobre Jesús, lo que sí sabía es Quién era Jesús (Mateo 4:3; cf. 3:17).

B. Dios no puede ser tentado (Santiago 1:13), pero en esta ocasión Jesús conoció las tentaciones que el hombre experimenta (Hebreos 4:15).

II. En el desierto, Jesús fue tentado en todo como nosotros lo somos.

A. Hay tres maneras básicas en que Satanás tienta al hombre (1 Juan 2:16; cf. Génesis 3:6).

B. Durante los 40 días de tentación, Satanás usó cada una de estas tácticas contra Jesús, pero sin éxito (Mateo 4:3,6,9).

III. Nadie jamás ha sido tentado tan fuertemente como Jesús lo fue.

A. Ningún hombre jamás fue igual a Jesús en fortaleza espiritual (Hebreos 4:15; cf. 1 Corintios 10:13).

B. Jesús mostró gran fortaleza espiritual incluso enfrente de la muerte (Mateo 27).

Conclusión

A. El sacrificio de nuestro Salvador se extiende mucho más allá de las horas en la cruz.

B. Debido a la perfección de Jesús, podemos ser justificados a pesar de nuestras fallas frecuentes si seguimos poniendo nuestra mirada en Él (Hebreos 12:2).