La Oración Penitente

Lectura bíblica recomendada: Santiago 5:15-16

Introducción

A. Hay gran poder que se puede liberar cuando los hombres y mujeres fieles recuerdan orar.

B. Para el hijo de Dios, tal vez la ventaja más grande de la oración es la oportunidad que nos da de recibir perdón de Dios y ayuda cuando tropezamos o caemos durante el camino.

Exposición

I. Dios prometió que siempre perdonaría al pecador penitente.

A. Él instó al arrepentimiento en la Ley que dio en el Monte Sinaí (Levítico 5:5-10; 16:21; 26:40-42).

B. Él perdonaría a todos los que miraran hacia Jerusalén y oraran (1 Reyes 8:44-52; 2 Crónicas 7:14-15; Daniel 6:10).

C. Él estuvo dispuesto a perdonar sin importar cuán lejos ellos se hubieran apartado de Él (Jueces 10-11; 2 Crónicas 33:1-13).

D. Él todavía espera y quiere perdonar a Sus hijos (2 Pedro 3:9; 1 Juan 1:9; Santiago 5:16-20).

II. Si pecamos, ¿de qué manera debemos acercarnos a Dios?

A. Nunca debemos sentirnos demasiado avergonzados o temerosos como para pedir perdón a Dios (Mateo 18:22; Lucas 17:4).

B. Debemos buscarle en humildad (Job 42:6).

C. Debemos ser abiertos y honestos en cuanto a lo que hemos hecho (Salmos 32:5; cf. 69:5; Isaías 29:15; Jeremías 23:23-24; Hebreos 4:12-13).

D. Debemos llegar a Él con un corazón contrito (Salmos 51:10-17).

Conclusión

A. Si el pecado le está abrumando, humíllese delante de Dios en oración, y Él ciertamente le exaltará (Santiago 4:6-10; 1 Pedro 5:5-7).

B. ¿Con qué pecado está luchando? Haga una lista y preséntela ante Dios en oración.