La iglesia del Nuevo Testamento: La ofrenda en la asamblea

Resumen

Dios siempre ha querido que Sus hijos sean generosos, y Él nos da una oportunidad de serlo a través de la ofrenda semanal.

— Lectura bíblica recomendada: 1 Corintios 16:1-2; 2 Corintios 9:7-8

Introducción

I. Como en el caso de cualquier organización, la iglesia local tiene gastos operacionales que deben ser solventados de alguna manera.

II. Dios ha dado instrucciones claras en cuanto a la manera de satisfacer esta necesidad.

III. En esta lección, consideraremos los principios claves para la ofrenda como un acto de adoración cristiana.

Exposición

I. El llamado a la ofrenda.

A. Dios siempre ha requerido que Su pueblo sea generoso (Deuteronomio 15:7-14; Mateo 5:42; Lucas 6:30; Romanos 12:13; Santiago 2:14-17).

B. La ofrenda es una parte de la adoración colectiva en la asamblea semanal de la iglesia (1 Corintios 16:1-2; cf. 2 Corintios 8-9).

II. Las razones para la ofrenda.

A. La generosidad refleja la benevolencia de Dios (Santiago 1:17; Lucas 6:35; Hechos 14:17).

B. Dios bendice a aquellos que son generosos (Hechos 20:35; Filipenses 4:19; Proverbios 3:9-10; 11:24-25; 2 Corintios 9:6, 8-11).

C. El don inefable en Cristo es la razón principal (2 Corintios 8:7-9; 9:10-15; 1 Juan 3:16-18; 4:19).

III. Los principios de la ofrenda.

A. La ofrenda es parte de la gracia (2 Corintios 8:1-7).

B. La ofrenda es parte de la comunión (Filipenses 4:15-17; 2 Corintios 8:3-5).

C. La ofrenda es un ministerio (Hechos 11:28-30; Romanos 15:25-27; 1 Corintios 16:1-4; 2 Corintios 8:4; 9:1).

D. La ofrenda es una función sacerdotal (2 Corintios 9:12).

E. La ofrenda es un acto sacrificial (2 Corintios 8:2-3; cf. 2 Samuel 24:24).

F. La ofrenda es un acto de gozo (2 Corintios 9:7).

G. La ofrenda es voluntaria en vez de demandada (2 Corintios 8:3; 9:7).

H. La ofrenda es algo que buscamos hacer (2 Corintios 8:3-4; Gálatas 6:10).

I. La ofrenda financiera es una extensión de nuestro deseo de darnos en servicio a Dios y a otros (2 Corintios 8:5).

Conclusión

I. No es una sorpresa que el Dios de toda bondad espere que Sus hijos sean generosos.

II. La ofrenda es otro medio por el cual Dios forma nuestro carácter.

III. Debemos aprender a amar como Dios lo hace para destacar en esta gracia (2 Corintios 8:8-9).

IV. Finalmente, debemos confiar en Él para proveer los medios para cumplir Su instrucción en este aspecto (2 Corintios 9:8-11).