¡Estad por Cristo firmes!

Resumen

Permanezca de pie por la causa de Cristo, pues el Señor siempre permanecerá al lado de aquellos que permanecen con Él.

— Lectura bíblica recomendada: Daniel 3:16-18

Introducción

I. Aunque es fácil permanecer firmes por Jesús en las reuniones de la iglesia, puede ser más difícil tomar una posición firme en una situación hostil.

II. Cuando llegue el tiempo de ponernos de pie y defender lo que tiene mayor importancia, ¿lo haremos, o nos quedaremos sentados?

Exposición

I. Debemos permanecer firmes, incluso cuando parezca que somos los únicos.

A. Muchos profetas se sintieron solitarios en su posición de estar firmes (1 Reyes 19:9-18; 22:8).

B. Pablo no tenía miedo de ser el único que quedara en pie (2 Timoteo 4:10-17).

C. Aunque puede ser difícil permanecer firmes cuando todos los demás no lo hacen, necesitamos ponernos de pie para defender a Jesús (Hebreos 13:6).

II. Debemos permanecer firmes, incluso cuando nuestra fe esté en conflicto con la creencia de nuestros amigos.

A. La presión de grupo es algo que los hijos de Dios siempre han enfrentado, especialmente en los primeros años de la iglesia (Gálatas 1:9-12; 2:1-6).

B. Aunque no es fácil tomar una posición firme cuando esto establece una línea divisoria entre nosotros y nuestros amigos, debemos recordar que «la amistad del mundo es enemistad contra Dios» (Santiago 4:4; cf. 2 Corintios 6:14).

C. Los que son verdaderos amigos apreciarán nuestra posición por la verdad, se arrepentirán de su error y nos apoyarán (cf. 2 Pedro 3:15).

III. Debemos permanecer firmes, incluso cuando debamos hacerlo en frente de las autoridades.

A. Se nos manda respetar y obedecer a las autoridades (Romanos 13:1-7; Hebreos 13:17), siempre y cuando lo que manden no esté en conflicto con la autoridad celestial.

B. Cuando las autoridades expidan una orden que contradiga nuestras órdenes del cielo, debemos tomar la posición de defender la verdad (Daniel 1:8-21; 3:14-18; 6:7-10; Hechos 5:29).

Conclusión

I. Permanezca firme, incluso cuando le cueste mucho (Génesis 39; Hebreos 11:25).

II. ¡El Señor siempre permanecerá al lado de aquellos que permanecen con Él (Hebreos 13:5-6)!