Dos caminos; dos destinos
| Resumen | Para ser bienaventurados, debemos rechazar el consejo de los malos, no seguir su camino ni tomar un lugar entre ellos. |
— Lectura bíblica recomendada: Salmos 1
Introducción
I. Este concepto es polémico entre la gente no religiosa e incluso entre la gente religiosa.
II. La razón es que la gente de ambos grupos ha adoptado un enfoque pluralista.
III. La Biblia niega consistentemente el concepto del pluralismo, y nosotros debemos estar de acuerdo con el enfoque bíblico.
Exposición
I. Solamente hay dos caminos.
A. Desde el comienzo hasta el final, la Biblia presenta dos elecciones:
1. Adán y Eva podían comer del árbol prohibido o no (Génesis 3).
2. Faraón podía dejar libre a Israel o no (Éxodo 4-14).
3. Israel podía escoger la vida o la muerte (Deuteronomio 28-30).
4. Josué y Elías presentaron ante Israel la elección de servir a Dios o a los ídolos (Josué 24:14-15; 1 Reyes 18:21).
5. Daniel y sus amigos podían escoger entre Dios y la seguridad en Babilonia (Daniel 3, 6).
6. Jesús dijo que todos debemos elegir a un amo (Mateo 6:19-24).
7. Además, dijo que solamente Él es el camino de acceso al Padre (Juan 14:6).
B. Esta verdad es despreciada en nuestra sociedad que se jacta de la diversidad en filosofía, moralidad, ética, etc.
II. El camino del justo (Salmos 1:1-2).
A. «Bienaventurado» es el término equivalente que Jesús usó en Mateo 5, que significa «dichoso o favorecido».
B. El verso 1 enfatiza tres aspectos del rechazo de la impiedad:
1. El hombre bienaventurado rechaza la impiedad en el pensamiento: rechaza el consejo del malo.
2. El hombre bienaventurado rechaza la impiedad en la conducta: evita el camino de los pecadores.
3. El hombre bienaventurado rechaza la impiedad en la vida: no permanece en silla de escarnecedores que blasfeman de la voluntad y el camino de Dios.
C. El verso 2 enfatiza el aspecto afirmativo:
1. El hombre bienaventurado se deleita en la ley del Señor (cf. Salmos 19:7-11).
2. Ya que la ley de Dios es la delicia de su alma, el hombre bienaventurado medita en ella día y noche (cf. Filipenses 4:8).
III. Dos caminos; dos destinos (Salmos 1:3-6).
A. Como en el caso de los caminos físicos de la vida, los dos caminos espirituales conducen a destinos diferentes.
B. El camino que el justo sigue conduce a la seguridad.
1. El árbol plantado junto a las aguas recibe la nutrición adecuada.
2. Tal árbol es productivo, saludable y nutrido incluso si la tierra alrededor sufre sequía.
3. El punto de la analogía es que, si seguimos el camino de Dios en vez del camino del pecado, Él nos dará un fundamento sólido y satisfacción constante.
C. El salmista dice que este no es el caso de los impíos.
1. En vez de producir el fruto deseado y útil, ellos son como el tamo.
2. El tamo es el residuo indeseable del grano que se cosecha.
3. Cuando el agricultor avienta el grano, el tamo se dispersa y se descarta.
4. Esta analogía alude a su destrucción inevitable en el juicio (cf. Mateo 3:12).
D. Ya que el Señor conoce el camino de los justos, ellos prosperarán (1:3; 1 Timoteo 1:19).
E. En cambio, el malo perecerá.
Conclusión
I. Esta verdad no ha cambiado con la llegada del Nuevo Pacto; lo único que ha cambiado son los detalles específicos del servicio fiel a Dios (cf. Romanos 2:5-11; 14:11-12; 2 Corintios 5:10).
II. Por tanto, el enfoque de la vida en la tierra es el mismo, pues debemos:
A. Rechazar el consejo de los malos.
B. Nunca seguir el camino de ellos.
C. Nunca tomar un lugar entre ellos.
III. Nuestra elección es clara, como también nuestro destino; escojamos sabiamente.
Publicado el 8 de diciembre de 2025 en www.ebglobal.org. Traducido por Moisés Pinedo. Título original en inglés: «Two paths, two destinies», por Todd Houston.