Mateo 10: Una Misión Especial

Mateo 10 registra lo que se ha llegado a conocer como la “misión limitada” de los doce apóstoles—en contraste a la Gran Comisión encontrada en Mateo 28. Aunque esta misión fue “limitada” en el sentido de que estuvo restringida solamente a la nación judía, no fue limitada en carácter y aplicación cristiana. De hecho, refleja los mismos rasgos de la Gran Comisión cristiana. Esta misión es:

  • Autoritativa (vss. 1,7). Jesús dio autoridad directamente a Sus apóstoles para enseñar y confirmar la enseñanza por medio de señales (cf. Mateo 28:18). La Palabra ya ha sido confirmada (Hebreos 2:3), y es a la Palabra que debemos acudir para encontrar autoridad en nuestros esfuerzos evangelísticos (1 Pedro 4:11).
  • Activa (vss. 6-8). Los verbos usados en la comisión denotan acción (“id”, “yendo”, “predicad”, “diciendo”, “sanad”, “limpiad”, “resucitad”, “echad fuera”, “dad”; cf. Mateo 28:19-20). El mundo solamente podrá ser salvo si los cristianos decidimos levantarnos y actuar (Romanos 10:14).
  • Altruista (vs. 8b). La gracia es el centro del evangelismo mundial. Los que hemos sido salvos, hemos recibido gracia que no podemos merecer o devolver (Efesios 2:8). Esta gracia recibida nos motiva desinteresadamente a extender gracia al mundo perdido.
  • Digna (vss. 9-15). Un abogado puede salvar su negocio, un consejero puede salvar su matrimonio, un doctor puede salvar su vida, pero solamente un predicador de la Palabra es el medio por el cual Dios puede salvar su alma (1 Corintios 9:18-23). No hay vocación más digna que la predicación del Evangelio.
  • Desafiante (vss. 16-18,21-22). Como cualquier otro esfuerzo digno, la misión cristiana enfrenta desafíos. La persecución vendrá de afuera—del mundo (vss. 16-18), y en algunos casos, de adentro—de la familia y los cristianos que se desvían de la fe (vss. 21-22; cf. Hechos 20:30).
  • Constante (vs. 22b). La misión cristiana solamente termina cuando termina la vida (2 Timoteo 4:6-7). Los misioneros de Dios nunca se jubilan, y los discípulos que hacen nunca dejan de perseverar en lo que han aprendido (Hechos 2:42).
  • Extensa (vs. 23). Aunque fue una comisión “limitada”, no careció de extensión. En la era cristiana, nuestra comisión es aún más extensa (Mateo 28:19-20; Marcos 16:15-16). Como un himno evangelístico muy amado dice, la gracia de Dios “debe ir donde el pecado ha ido; el Evangelio es para todos”.
  • Valerosa (vss. 24-31). La salvación del mundo requiere de personas que venzan el temor de hablar, el temor de las burlas, el temor de la oposición, el temor del maltrato e incluso el temor de la muerte. Se nos advierte que “los cobardes…tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre” (Apocalipsis 21:8).
  • Suprema (vss. 34-38). Nuestro Capitán es supremo (Hebreos 1:1-4); nuestro llamado es supremo (Filipenses 3:14) y nuestro mensaje es supremo (Romanos 10:15).
  • Galardonadora (vss. 39-42). No hay trabajo ni misión más recompensada que el trabajo del evangelista. Hay una herencia eterna reservada para todos los anunciadores fieles de la Palabra, así como para sus receptores fieles (2 Timoteo 4:8).

El Capitán todavía está llamando (Mateo 28:19-20; cf. Juan 4:35), y la misión cristiana todavía está en desarrollo. ¿Se unirá a nosotros?