El Nuevo Testamento en solo 12 versículos

Resumen

El Nuevo Testamento tiene 7957 versículos, pero la historia de sus 260 capítulos puede ser resumida en 12 versículos.

El Nuevo Testamento se trata de un Hombre llamado Jesús que vivió dos mil años atrás. Él fue un judío nacido en Israel, y tuvo padres pobres. Creció como carpintero por la mayor parte de Su vida, pero no fue un hombre ordinario.

El Nuevo Testamento tiene 7957 versículos, pero la historia de sus 260 capítulos puede ser resumida en solo 12 versículos.

[A]quel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Juan 1:14).

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).

Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda (Lucas 23:33).

No está aquí, pues ha resucitado (Mateo 28:6).

[T]ú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mateo 16:18).

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados (Hechos 2:38).

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren (Juan 4:24).

…enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente (Tito 2:12).

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mateo 28:19).

Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida (Apocalipsis 2:10).

[S]erán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos (Mateo 25:32).

Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis (Juan 14:3).

1. (Juan 1:14)

El pecado es la peor pesadilla de la humanidad. Todo comenzó con la desobediencia de Eva en el huerto (Génesis 3:1-6). Continuó con el homicidio (Caín), la mentira (Abraham), la fornicación (Sansón), el adulterio (David), la idolatría (Salomón), el orgullo (Nabucodonosor) y muchas otras violaciones de la voluntad del Creador.

El pecado separa al hombre de Dios (Génesis 3:24). Su pago es la muerte (Romanos 6:23—una primera muerte que es la separación de Dios ahora (Isaías 59:1-2), y una segunda muerte en un lago de fuego eterno (Apocalipsis 21:8). Todos pecamos (Romanos 3:23), así que todos enfrentamos este peligro.

La solución de Dios fue enviar a Su hijo en forma humana para que muriera por los pecados del hombre (Romanos 3:24-26; 5:8). Jesús es el regalo inefable para Su creación pecaminosa (Romanos 6:23; 2 Corintios 9:15). La Biblia completa se trata de Jesús como el Mesías:

  • Antiguo Testamento: El Mesías vendrá.

  • Mateo – Juan: El Mesías está aquí.

  • Hechos: El Mesías reina en el cielo.

  • Romanos – Apocalipsis: El Mesías regresará.

Dios hizo preparativos para la llegada del Mesías. Los seres humanos no estuvieron enterados de cada detalle de Su llegada (Hechos 15:18), pero se puede discernir mucho en retrospectiva. El plan de Dios se desarrolló gradualmente (Efesios 3:11). Se dio la primera señal en el Edén (Génesis 3:15); hubo promesas y pactos con los patriarcas (Génesis 12:1-7; 17:1-21). Sombras y tipos aparecieron en la Ley de Moisés (Hebreos 8:5; 10:1), y los profetas hicieron predicciones asombrosas (Isaías 7:14; Jeremías 31:22; Lucas 24:27,44).

El Nuevo Testamento continuó la narración del Antiguo Testamento. Por siglos, los judíos esperaron la llegada del Mesías. En el año judío 3790 (hace 2000 años, según el tiempo de datación moderno, 4 a. C.), llegó el tiempo señalado (Mateo 1:21; Gálatas 4:4-5; Efesios 1:10). Al enlazar el nacimiento de Jesús con el censo decretado por el emperador romano Augusto César, Lucas proveyó el marco de tiempo para el cristianismo (Lucas 1:1-4; 2:1-2; 3:1-2). A diferencia de algunas religiones, el cristianismo no sucedió «hace mucho tiempo en una tierra lejana».

El Mesías apareció en la forma de un bebé—indefenso, hambriento, vulnerable, débil y sin la capacidad de caminar o hablar, después como un niño, luego como un hombre trabajador y finalmente como un maestro.

El Creador del mundo vino para vivir con Su creación (Juan 1:10-15). El Hacedor de mundos estuvo contento de ser un carpintero por treinta años. Aunque estaba acostumbrado a recibir adoración, asistió a los servicios de adoración para Su Padre. El Rey de Israel Se sujetó a Herodes. El futuro Juez vino para pagar la deuda del pecado para personas que en tal tiempo no entendieron ni apreciaron tal sacrificio (Lucas 19:10; Romanos 5:5-9; 1 Juan 2:1-2).

2. (Juan 3:16)

Los grandes requerimientos del Nuevo Testamento son la fe y el amor. Estos son los fundamentos de todos sus mandamientos y las reglas indispensables de la aceptación de Dios. La fe es creer debido a la evidencia en lo que no se ve (Hebreos 11:1). Sin fe es imposible agradar a Dios (11:6; Juan 8:24; Romanos 1:17). Dios es amor (1 Juan 4:8); Él Se complace en la misericordia (Miqueas 7:18); extiende Su gracia (Efesios 2:8). Sin una respuesta de amor ante Su amor, nada de lo que hacemos es aceptable para Él (Mateo 22:37; 1 Corintios 13:1-3; 1 Juan 4:19).

3. (Lucas 23:33)

Jesús tuvo una vida piadosa (Hechos 10:38), ayudó a otros, sanó a los enfermos y predicó el cristianismo (Mateo 4:17). Fue aceptado por la gente común (Marcos 12:37), pero los líderes religiosos tuvieron celos de Su popularidad y quisieron destruirlo (Marcos 11:18; 15:10-12).

Finalmente, idearon acusaciones y testimonios falsos contra Él (Mateo 26). Arrestaron a Jesús el jueves en la noche, Lo procesaron al amanecer, Lo sentenciaron temprano el viernes y Lo crucificaron a las 9:00 a. m. Se burlaron de Él durante la crucifixión (Mateo 27:35-42). Jesús murió seis horas después. A las 6:00 p. m. del viernes, Su cuerpo fue puesto en un sepulcro que José de Arimatea había donado.

Cuando Jesús clamó, «Consumado es» (Juan 19:30), señaló la ejecución final de una cadena larga de eventos que fueron desarrollados por guía divina. Su muerte de tal manera, en tal momento, en tal lugar y con tal propósito, no fue accidental; todas esas cosas sucedieron por determinación, consejo y conocimiento de Dios (Hechos 2:23).

4. (Mateo 28:6)

Los enemigos de Jesús no fueron quienes al final se salieron con la suya, ya que Jesús probó que se Lo pudo matar fácilmente pero que no se Lo podía mantener en el sepulcro.

Temprano el domingo en la mañana—al tercer día—Su tumba estaba vacía. Algunas mujeres llegaron al amanecer para terminar el proceso de sepultura (Lucas 24:1-2). Ellas primero creyeron que el cuerpo había sido llevado a otro lugar (Juan 20:2), pero dos ángeles confirmaron Su resurrección (Juan 20:11-12; Lucas 24:4-7). Luego otros discípulos llegaron a investigar, confirmando que la tumba estaba vacía y que Sus lienzos habían sido dejados (Lucas 24:12; Juan 20:4-7).

Durante los siguientes cuarenta días, Jesús Se apareció a María Magdalena, a Sus discípulos y a otros por doce a más veces. Al menos 515 personas Lo vieron (1 Corintios 15:1-6).

El fundamento del cristianismo es la resurrección de Cristo. Jesús no fue una ilusión. Los testigos no simplemente oyeron una voz en algún lugar. Ellos Lo vieron comer—probando la resurrección corporal (un espíritu no puede comer pescado—Lucas 24:41-43). Él los invitó a examinar sus heridas (24:39-40). La gente que insistió firmemente en que Él había resucitado fue gente que Lo conocía muy bien.

5. (Mateo 16:18)

La iglesia estuvo en la mente de Dios incluso antes de la creación (Efesios 1:3-6). Daniel predijo en cuanto a un reino que nunca sería destruido (Daniel 2:34-35,44-45; cf. Isaías 2:2-3; Joel 2:28-29). La iglesia fue prometida por Jesús (Mateo 16:18; Marcos 9:1; Lucas 24:46-49), adquirida por Su sangre (Hechos 20:28) y compuesta de aquellos a quienes Él salvó (Hechos 2:47).

6. (Hechos 2:38)

Jesús prometió un Guiador a Sus apóstoles (Juan 14:26; 15:26; 16:13), así que diez días después de que Se fuera, el Espíritu Santo vino sobre ellos en la fiesta anual del Pentecostés. Guiados por el Espíritu Santo, ellos predicaron a una gran multitud en cuanto a Jesús y la llegada de Su reino (Hechos 2:1-47).

Haciendo referencia a las profecías cumplidas y los milagros de Jesús, Pedro convenció a su audiencia de que Jesús era el Mesías esperado (Hechos 2:16-22). Con tristeza por haber matado a Jesús, la audiencia preguntó a Pedro lo que debía hacer para ser salva. Pedro respondió que ellos debían arrepentirse de sus pecados y ser sumergidos en agua (2:38). Cuando tres mil personas fueron bautizadas (2:41), el reino, la iglesia, llegó a establecerse. ¡El cristianismo comenzó!

7. (Juan 4:24)

La iglesia de Jesús es esencialmente una sociedad de adoración y enseñanza (Hechos 2:42). En una sola palabra, la razón por la cual los cristianos se reúnen es «Dios». Dios bendice a los cristianos toda la semana; los cristianos Lo adoran juntos los domingos (Salmos 96:2; 100:4). Honramos Su nombre (Salmos 29:2), alabamos Su carácter y Sus obras (Salmos 145:5) y expresamos gratitud por Su gracia salvadora (Efesios 2:8-9).

La adoración involucra una combinación de actitudes correctas (en espíritu) y acciones correctas (en verdad). Incluye el canto, la oración, la ofrenda, la predicación y la conmemoración (1 Corintios 11:23-28; 16:1-2). La iglesia primitiva adoraba los domingos (Apocalipsis 1:10)—cada domingo (Hechos 20:7). Durante la semana, los cristianos pasaban tiempo juntos y enseñaban a otros en cuanto a Jesús y el cristianismo. La iglesia de hoy debería seguir estos ejemplos, doctrinas y prácticas (2 Timoteo 1:13).

La iglesia creció rápidamente (Hechos 4:4; 5:14,28; 6:1,7; 9:31). En una sola generación, cubrió el Imperio romano (Romanos 1:14; Colosenses 1:23). Desde entonces, ha llenado la tierra (Isaías 2:2; Mateo 13:31-32).

8. (Tito 2:12)

Las cartas del Nuevo Testamento (Romanos – Judas) proveen directrices para la vida desde el tiempo de nuestro nacimiento espiritual (conversión) hasta nuestra muerte física. Instruyen a los cristianos a evitar las pasiones pecaminosas (Gálatas 5:19-21; 1 Tesalonicenses 4:3-4) y vivir piadosamente—mostrando amor a todos, incluyendo a los pobres y vulnerables (Santiago 1:27; 1 Juan 3:11).

9. (Mateo 28:19)

El sacrificio y la resurrección de Jesús es la mejor noticia que el mundo ha escuchado. Las palabras de partida de Jesús fueron una comisión a Sus discípulos para que viajaran por el mundo ofreciendo Su salvación a toda persona (Marcos 16:15-16; Romanos 1:16). En cada generación hasta Su regreso, Sus seguidores buscan compartir el Evangelio con toda persona en todo lugar. Esto demanda que todo miembro evangelice, utilizando toda herramienta de comunicación y planificación ordenada.

10. (Apocalipsis 2:10)

El libro final del Nuevo Testamento provee seguridad para los cristianos. En este, Jesús dice básicamente: «Si vencen, pueden vivir conmigo». Los cristianos son usualmente perseguidos (Mateo 5:10-12; Lucas 9:23). De ser necesario, ellos morirán por su fe (hasta la muerte). Usualmente esto no sucede, así que ellos son fieles hasta el día de su muerte natural (Hebreos 9:27). Ellos protegen la verdad y evitan regresar a la vida de pecado (Hebreos 2:1-3; 2 Pedro 2:20-22).

11. (Mateo 25:32)

Mientras los discípulos veían que Jesús ascendía, dos ángeles se les aparecieron para explicar que Jesús había regresado al cielo pero que un día volvería nuevamente (Hechos 1:9-11).

Los cristianos ansían ese regreso. Él no dio fechas ni señales para el tiempo de Su regreso; en cambio, instruyó a que los cristianos estén listos siempre, pues Él regresará de manera imprevista (Mateo 24:44; 25:13). En tal tiempo, Jesús llevará Su reino al cielo (1 Corintios 15:24) y consumirá a la tierra (2 Pedro 3:7).

El Día del juicio sucederá después de la Segunda venida. Todos los que han vivido—creyentes e incrédulos, «ovejas y cabritos»—tendrán una cita personal con Cristo en tal tiempo (Mateo 25:1-12; Juan 5:22; Hechos 17:31; 2 Corintios 5:10).

12. (Juan 14:3)

Entonces Jesús dará la bienvenida a Sus seguidores al cielo. Ellos tendrán cuerpos inmortales (1 Corintios 15:42-44), todas sus necesidades serán satisfechas, no experimentarán más sufrimiento y no tendrán más dolor, sino que vivirán en el cielo con su Padre celestial, su Salvador, el Espíritu Santo, los ángeles y todos los salvos (Apocalipsis 21:1-4).

Este ofrecimiento está abierto para toda persona—¡es para usted! Si quiere ir al cielo y evitar el infierno, simplemente llegue al cristianismo y viva como cristiano, confiando en las promesas de Dios.