¿Cuál Es Su Actitud en cuanto a la Muerte?

Resumen

Aunque los cristianos no adelantamos el proceso de la muerte, nuestra actitud ante ella puede ser de agradecimiento.

Hace algún tiempo atrás vi tres imágenes que ilustraban tres actitudes diferentes en cuanto a la muerte cercana.

  • En la primera, un hombre está parado debajo de un hacha inmensa que cuelga de una cuerda muy débil y delgada. Debajo de la imagen se encuentran las palabras: “Es muy inconveniente ser mortal; nunca se sabe cuándo todo llegará repentinamente a su fin”.

  • En la segunda, una persona está postrada en la cama de un hospital. Debajo de la imagen están los deseos del paciente: “Digan a los investigadores que se apuren; no quiero morir antes de que descubran la manera de salvarme”.

  • En la tercera, un amante del ejercicio está corriendo. Las palabras debajo de la imagen reflejan los pensamientos de la persona: “Estoy haciendo lo posible por prolongar mi vida, esperando que un día sepa la razón por la cual vivo”.

La actitud cristiana en cuanto a la muerte puede y debería ser: “Gracias, gracias, Señor”. Aunque nosotros no nos atrevemos a adelantar este proceso de manera activa, podemos sentir gozo al ver que el día de nuestra muerte se acerca. No habrá más mundo pecador; no habrá más tentaciones; no habrá más calor o frío insoportable; no habrá más molestia o irritación; no habrá más odio; no habrá más lapsus de la memoria; no habrá más dolor o aflicción; no habrá más dudas.

Pablo ansiaba la muerte. Él escribió a los cristianos en Filipos:

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros. Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe, para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros (Filipenses 1:21-26).

Hermano, mientras espera pacientemente el día de la muerte, sea fiel.