“Consumado Es”

Resumen

En la cruz, llegó a su consumación un plan tan complejo y hermoso que solo pudo haberse originado en la mente de Dios.

Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu (Juan 19:28-30).

¿Alguna vez ha comenzado una tarea tan grande que pareciera que nunca terminaría? Tal vez fue una remodelación en la casa o un grado en la universidad. Cuando finalmente se termina, hay grandes sentimientos de satisfacción ya que se sabe que se ha completado tal esfuerzo. Cuando Jesús murió en la cruz, muchas cosas que comenzaron en la mente Dios en la eternidad fueron finalmente consumadas o cumplidas.

En la cruz, se cumplió el final de una vida perfecta.

La mente mortal no puede incluso comenzar a comprender la tarea inmensa dada a Jesús cuando vino a la Tierra. Jesús dijo a Sus discípulos: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Juan 4:34). A diferencia de cualquier otro antes de Él o después de Él, Jesús tuvo una vida perfecta, sin cometer ningún acto de pecado. El escritor de Hebreos registró: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:15). Además, explicó que Jesús fue perfeccionado a través de Su sufrimiento (2:10), capacitándolo para ayudarnos cuando somos tentados (2:18). ¡Si Jesús hubiera pecado en algún punto, el hombre hubiera quedado en una situación sin esperanza!

En la cruz, se cumplió la abolición de la Ley de Moisés.

Jesús dijo a aquellos que pensaron que había venido a quebrantar la Ley: “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mateo 5:18). Antes de Su último aliento en la cruz, Jesús vio que “todo estaba consumado” (Juan 19:28). Después de Su resurrección, Jesús explicó concerniente a Su muerte: “Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lucas 24:44). Con el cumplimiento del Antiguo Testamento y su propósito (Gálatas 3:19), Jesús anuló “el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Colosenses 2:14). ¡Bendito sea Dios que permitió que Jesús enfrentara la vergüenza de la cruz y la contradicción de pecadores (Hebreos 12:2-3) para que podamos tener la esperanza de la cual estuviéramos destituidos totalmente!

En la cruz, se cumplió el plan eterno de Dios para la redención del hombre.

La frase traducida “consumado es” es una sola palabra en el original griego: tetelestai. La palabra telos hace referencia al fin o limite al cual algo deja de existir. La palabra está en el tiempo perfecto, lo cual significa que la acción fue completada en el pasado pero que tiene efectos que permanecen en el presente. Lo que fue consumado en la cruz era algo que comenzó mucho antes que Jesús naciera de una virgen en el pueblo de Belén. Lo que fue consumado en Cristo en la cruz fue algo que tuvo su principio en la mente de Dios antes de la misma creación (Efesios 3:9-11). ¡Con la muerte de Cristo en la cruz, llegó a su consumación un plan de diseño tan complejo y hermoso que solamente pudo haberse originado en la mente de nuestro Dios omnipotente!

Así como el apóstol Pablo, todos tenemos una carrera que terminar (2 Timoteo 4:7), pero gracias a Dios, no se nos demanda perfección absoluta, sino fidelidad, ¡ya que Jesús fue el único que pudo terminar Su carrera con perfección absoluta!