1 Pedro 3:19 y la predicación de Cristo a los espíritus encarcelados

Resumen

Pedro escribió que Cristo «fue y predicó a los espíritus encarcelados» (1 Pedro 3:19). ¿Qué significa este enunciado?

Pedro escribió que Cristo «fue y predicó a los espíritus encarcelados» (1 Pedro 3:19). La expresión «espíritus encarcelados» hace referencia a la generación contemporánea de Noé: «los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca» (vs. 20). Varias teorías han sido promovidas en cuanto a este pasaje.[1]

  • Algunos creen que, durante el tiempo en que el cuerpo de Jesús estaba en la tumba, Él fue al infierno para predicar y dar a los demonios y espíritus condenados de los muertos una segunda oportunidad de salvación.

  • Otros sostienen la idea de que Jesús visitó el infierno, pero sugieren que el propósito fue proclamar Su victoria sobre los espíritus condenados.[2] Estas dos primeras ideas pueden haberse originado de los credos humanos que declaran que Jesús descendió al infierno,[3] y pueden haber sido perpetuadas debido a algunas versiones bíblicas[4] que usan errónea y frecuentemente la palabra «infierno» para traducir el griego jades,[5] que hace referencia al Hades, el lugar intermedio de los muertos.

  • Otros creen que Jesús fue al Hades (en vez del infierno) para dar una segunda oportunidad de salvación a la gente desobediente del tiempo de Noé.[6]

  • De manera similar, algunos afirman la visita al Hades, pero sugieren que la predicación de salvación fue dirigida a «seres angélicos» que supuestamente cometieron fornicación con las «hijas de los hombres» de Génesis 6.[7]

  • Finalmente, otros creen que ekeruxen (traducido «predicó» en 1 Pedro 3:19) no significa que Jesús «“evangelizó”, sino que “declaró su triunfo…a aquellos “hijos de Dios” que pecaron en Génesis 6:2, i. e., los seres angélicos».[8]

Ninguno de estos enfoques son explicaciones adecuadas para 1 Pedro 3:19; en cambio, sea individualmente o en conjunto, estas ideas (a) colocan a nuestro Señor santo en el reino más abominable que se pueda concebir: el infierno; (b) hacen de tal reino un lugar de salvación y gracia; (c) dan a la humanidad esperanza de salvación después de la muerte; y/o (d) describen un viaje de proclamación (al infierno o al Hades) carente de razón útil.

Por otra parte, la Biblia describe el infierno como el lugar futuro y eterno para el diablo, sus asociados espirituales y la humanidad perdida (Mateo 25:31-46), y revela que, en la muerte, el destino del hombre queda sellado para siempre, sin ninguna oportunidad adicional de salvación (Lucas 16:19-31; Hebreos 9:27). Estas verdades, en conjunto con el contexto general de las Escrituras y de 1 Pedro, son claves para entender el pasaje bajo discusión.

Pedro escribió que Cristo fue «vivificado en espíritu» (vs. 18), en el cual (es decir, en tal espíritu) «fue y predicó a los espíritus encarcelados» (vs. 19).[9] Esa predicación no fue realizada personalmente, sino por el Espíritu y a través de Noé, «pregonero de justicia» (2 Pedro 2:5) —de la misma manera que Jesús, en el Espíritu y a través de la predicación apostólica, «anunció las buenas nuevas de paz» a los efesios (2:17)—. Este entendimiento armoniza de manera oportuna con la declaración de Pedro en 1 Pedro 1:10-11, que indica que el «Espíritu de Cristo» estaba en los profetas. Por tanto, 1 Pedro 3:19 enseña que Jesús fue vivificado en el Espíritu (vs. 18), y que en ese mismo Espíritu (vs. 19) predicó a través de Noé (un pregonero o profeta de Dios) a la generación prediluviana desobediente (vs. 20) que, para el tiempo en que Pedro escribía (más de dos mil años después de tal predicación mesiánica a través de Noé), eran espíritus encarcelados en el reino del Hades (cf. Lucas 16:23-26; Apocalipsis 1:18; 20:13).

[1] Se pueden encontrar algunas de estas ideas en Gill, John, Exposición bíblica de John Gill [John Gill’s exposition of the Bible], sobre 1 Pedro 3:19, Study Light, https://www.biblestudytools.com/commentaries/gills-exposition-of-the-bible.

[2] Esta parece ser la idea en la DHH, la PDT y la TLA, que indican que Jesús fue a proclamar «su victoria» (sea en el en el Hades, probablemente en el caso de la DHH y la PDT, o en el infierno, probablemente en el caso de la TLA). Sin embargo, el griego carece de la expresión «su victoria».

[3] E. g., el Credo de los apóstoles y el Credo de Atanasio.

[4] E. g., la Vulgata latina del cuarto siglo y la Biblia del oso de 1569 (cf. especialmente Hechos 2:27, 31); entre las versiones más recientes, la RVA (cf. especialmente Hechos 2:27, 31), la NBV, la NVI y la TLA (cf. Lucas 16:23).

[5] «Hades» es el término en el Nuevo Testamento; «Seol» es el término en el Antiguo Testamento (cf. Génesis 37:35; Números 16:30; 1 Samuel 2:6; Salmos 16:10).

[6] E. g., Lange, John, Comentario sobre las Escrituras sagradas [Commentary on the holy Scriptures], sobre 1 Pedro 3:19-20, Bible Hub, https://biblehub.com/commentaries/lange.

[7] Para una refutación de la teoría de que los ángeles cometieron fornicación con las mujeres de Génesis 6, vea Pinedo, Moisés, «Los “hijos de Dios” y las “hijas de los hombres” de Génesis 6», EB Global, 2013, https://www.ebglobal.org/articulos-biblicos/los-hijos-de-dios-y-las-hijas-de-los-hombres-de-genesis-6.

[8] Bruce, F. F., El comentario bíblico internacional [The international Bible commentary] (Carmel, NY: Guideposts, 1979), 1559.

[9] Algunas traducciones oscurecen el significado al traducir pneumati (en Espíritu) como «una vida espiritual» (DHH) o «espiritual» (BLP). La NTV añade confusión al interpretar la predicación del versículo 19 como el resultado de pneumati en vez de presentar a pneumati como el medio de la predicación.