¿Necesitan los Cristianos Escritura Adicional?

Resumen

Para muchos cristianos, la Biblia no es suficiente, pero esta registra que tenemos todo lo necesario en su contenido.

Para mucha gente que declara ser cristiana, la Biblia no es revelación suficiente. Supuestamente, no nos brinda suficiente información. Tales personas buscan obras adicionales de inspiración. Ellos quieren revelación directa del Espíritu Santo, o quieren alguna clase de obra adicional inspirada por Dios. En un estudio que tuve con dos hombres que declaraban creer en la inspiración divina de la Biblia y el Libro de Mormón, uno de ellos hizo el enunciado: “Dios quiso que tuviéramos…Escritura adicional”. Según este enfoque, Dios quiere que tengamos más que solamente la Biblia. Este hombre continúo su declaración al decir que es “injusto escoger solamente una revelación”.

¿Es realmente “injusto” creer que solamente la Biblia es inspirada? ¿Es inapropiado decir a la gente que da la bienvenida a Escritura adicional que la Biblia es la única revelación escrita inspirada para el hombre? ¿Realmente quiere Dios que tengamos “Escritura adicional”?

El Dios todopoderoso tiene el poder y la autoridad de comunicarse con el hombre como quiera y cuando quiera. Pero se debe abordar esta verdad a la luz de lo que Dios dijo que hizo, no de lo que el hombre supone que Dios pudiera hacer. El estudio adecuado del Nuevo Testamento revela que lo que Dios dijo que hizo (a través de Sus escritores inspirados—2 Pedro 1:20-21) fue dar al hombre (algo de 1,900 años atrás) toda la revelación que necesita para la vida cristiana fiel.

La Biblia indica que se reveló toda la verdad necesaria para la salvación durante el tiempo de los apóstoles. La noche antes de Su crucifixión, Jesús prometió a Sus apóstoles que después de Su partida, el Espíritu vendría y les guiaría “a toda la verdad” (Juan 16:13), enseñándoles “todas las cosas” y haciéndoles recordar “todo” lo que Jesús les había enseñado (Juan 14:26). Después de Su crucifixión y resurrección (pero antes de Su ascensión al cielo), Jesús mandó a estos mismos discípulos a “haced discípulos a todas las naciones,…enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:19-20). Lo cierto es que “la fe [fue] dada a los santos” en el primer siglo (Judas 3); así que desde ese tiempo los cristianos han tenido “todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad” (2 Pedro 1:3). Desde entonces, “el hombre de Dios” ha sido “perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).

Ciertamente, oír la voluntad de Dios en el siglo XXI es tan fácil como abrir la Biblia providencialmente preservada y leer lo que los apóstoles y profetas de Jesús registraron para nuestro beneficio (cf. Efesios 3:1-5). No se necesita revelaciones, sueños, visiones o “Escritura adicional” del tiempo moderno. Los cristianos deberían estar contentos con la poderosa “espada del Espíritu” (Efesios 6:17; Hebreos 4:12) y ser advertidos a no creer “a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1).

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema (Gálatas 1:6-9).