Tres Áreas de la Fidelidad

Se define “fidelidad” como “el estado o la calidad de estar comprometido con una causa, actividad, etc.”. La idea de fidelidad, dedicación, compromiso y lealtad es común en la Biblia.

El relato de Sadrac, Mesac y Abed-nego en Daniel 3 debe inspirarnos a buscar un grado más elevado de valor, convicción, dedicación y lealtad. Observemos las tres cosas a las cuales estos hombres eran fieles (vss. 16-18), y esto nos ayudará a desarrollar fidelidad en un mundo que carece de esta virtud. Estos siervos de Dios fueron fieles a:

La Palabra de Dios (vs. 16)

Esto indica que Dios ya había hablado sobre el tema. Si Dios dice algo, entonces no hay nada más que decir. El Salmo 119:89 dice: “Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos”. Juan 10:35 dice: “[L]a Escritura no puede ser quebrantada”. La inmutabilidad de la Palabra de Dios no puede ser cambiada o ignorada. Se puede encontrar la frase “Escrito está” algo de 80 veces en las Escrituras (aproximadamente 16 veces en el Antiguo Testamento). En particular, en el Nuevo Testamento el verbo está en tiempo presente, portando la idea de que la Palabra “está escrita actualmente y permanentemente”.

La naturaleza de Dios (vs. 17)

Primeramente, ellos mencionaron el poder de Dios. “[F]ortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:10). Otro aspecto de la naturaleza de Dios que instó a estos hombres a permanecer fieles al Dios del cielo fue la bondad de Dios. Ellos añadieron: “[Y] de tu mano, oh rey, nos librará”. Esto refleja la buena voluntad de Dios (cf. Romanos 8:28). Dios es bueno. Él nunca hará nada que no sea para el beneficio final de Sus hijos. Dios se encargará de que todo lo que nos pasa resulte para nuestro beneficio, mejoramiento y crecimiento hacia la imagen y semejanza de Cristo.

Sus convicciones (vs. 18)

Estos hombres permanecieron firmes en sus convicciones. La frase “Y si no” indica que ellos reconocían que Dios no existía para servirles. Dios no era su marioneta; no estaba en sus bolsillos y era sacado cuando se Le necesitaba. Los caminos y pensamientos de Dios son más altos que los nuestros (Isaías 55:8).

“Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado”. ¡Eso es integridad! “Integridad” es vivir según nuestras convicciones. Esta palabra viene de “integro”, que significa “completo”. Significa que nuestro comportamiento externo refleja nuestras convicciones internas. La integridad es lo opuesto de la hipocresía.

Sea fiel a la Palabra de Dios, a la naturaleza de Dios y a sus convicciones espirituales. Las recompensas son eternas.