Tiempo de limpieza: La limpieza de nuestro calendario

Resumen

Evaluemos honestamente nuestros calendarios y quitemos las cosas sin importancia antes de que se nos acabe el tiempo.

— Lectura bíblica recomendada: Efesios 5:15-17

Introducción

I. La gente de los Estados Unidos tiene uno de los calendarios más ocupados.

II. Si el diablo no puede involucrarnos en la maldad, tratará de involucrarnos en la ocupación profunda.

Exposición

I. La evaluación adecuada del tiempo.

A. Como en el caso de cualquier otra cosa, debemos valorar el tiempo para usarlo adecuadamente.

B. Hay dos elementos que son esenciales para la evaluación adecuada del tiempo:

1. Reconocer su brevedad (Salmos 39:4-5; 90:10, 12; Santiago 4:14).

2. Reconocer la manera en que debemos emplearlo (Lucas 2:49; Juan 9:4; Efesios 2:10).

II. El empleo diligente del tiempo.

A. En dos ocasiones, Pablo habló de la «redención del tiempo» (Efesios 5:16; Colosenses 4:5).

1. Las palabras «aprovechando» y «redimiendo» son participios que se relacionan al mandamiento de andar sabiamente.

2. Estos participios hacen referencia al medio de cumplir el mandamiento.

B. La sabiduría divina en cuanto al empleo del tiempo no llega por casualidad (Salmos 90:12; 119:9-16; Proverbios 2:2-6; 1 Timoteo 4:12-15; 2 Timoteo 2:15).

C. El momento de redimir el tiempo es ahora, ya que el mañana es incierto (2 Corintios 6:2; Hebreos 3:12-15).

D. «Redimir» es un verbo que significa «adquirir nuevamente; rescatar».

III. La aplicación consistente del tiempo.

A. El tiempo presente de los verbos indican un proceso continuo.

B. Se debe vivir diligentemente y de manera adecuada (Salmos 119:9-11; 1 Juan 1:5-7).

C. Ya que tenemos un enemigo astuto que busca nuestra destrucción, es imperativo que nos vistamos de la armadura de Dios cada momento de nuestra vida (Efesios 6:11-18; 1 Pedro 5:8).

Conclusión

I. Aunque está bien tomar algo de tiempo libre para descansar (Éxodo 20:8-11), no debemos caer en la trampa moderna de tener una vida de placer.

II. Llenar nuestro calendario con la meta de realizar la voluntad de Dios es la clave del éxito. ¿Cumpliremos los negocios del Padre, o nos ocuparemos en las búsquedas mundanas?

III. Evaluemos honestamente nuestros calendarios y quitemos las cosas sin importancia antes de que se nos acabe el tiempo.