Su tesoro especial

Resumen

Los cristianos somos el tesoro especial de Dios. ¿De qué manera esta realidad maravillosa está moldeando nuestra vida?

— Lectura bíblica recomendada: Éxodo 19:5-6

Introducción

I. El título de esta lección revela una manera en que Dios expresa Su enfoque en cuanto a la iglesia.

II. Al emplear una expresión usada en la fundación de Israel, Pablo y Pedro describieron a la iglesia como el tesoro especial de Dios, Su propia posesión (Éxodo 19:5-6; Tito 2:11-14; 1 Pedro 2:9-12).

Exposición

I. La fundación gloriosa de Israel.

A. Éxodo 19:5-6 es el texto principal para este estudio.

B. Israel sería el tesoro especial de Dios sobre cualquier otro tesoro si buscaba la santidad de Dios (Levítico 20:7; Deuteronomio 7:6; 14:2; 26:18).

C. «Yo soy tu Dios» y «tu eres Mi pueblo» son expresiones que revelan el ideal de Dios para Su relación con Israel (Deuteronomio 26:17-18; 29:12-13; Jeremías 7:23; 11:4).

D. Dios moró con ellos (Levítico 16:11-12; Ezequiel 37:27).

II. El desposeimiento y la restauración prometida de Israel.

A. Tristemente, Israel rechazó a Dios, lo cual causó que Dios Se apartara del pueblo (Deuteronomio 29:24-28; 1 Reyes 9:6-9; 2 Reyes 25; Oseas 1:4-9).

B. Sin embargo, Él no Se olvidó de Su pueblo (Deuteronomio 30:1-6; Jeremías 24:1-7; 31:31-34; Oseas 2:23; Amós 9:11-12).

C. Su restauración prometida fue cumplida parcialmente en el regreso del exilio, pero claramente su cumplimiento intencionado fue en la iglesia.

III. La transformación espiritual de Israel.

A. Juan debía preparar un «pueblo» para el Señor (Lucas 1:17).

B. Como en el caso de Israel, la iglesia es el lugar de morada de Dios (Juan 14:23; 2 Corintios 6:16-18).

C. Estas verdades cumplen las profecías listadas anteriormente.

1. Cristo cumplió Jeremías 31:31-34 (cf. Hebreos 8:8-12).

2. Él también cumplió Amós 9:11-12 (cf. Hechos 15:14-18).

3. Primera de Pedro 2:9-10 conecta el lenguaje de Éxodo 19:5-6 con el de Oseas 2:23 para resaltar su cumplimiento en Cristo.

Conclusión

I. Todos quieren ser escogidos y atesorados, pero ¿qué más grande bendición es saber que Dios nos escoge para ser Su tesoro especial?

II. La pregunta que queda es: «¿De qué manera tal seguridad está moldeando nuestra vida (Tito 2:11-14; 1 Pedro 2:9-12)?