Restableciendo el Culto Verdadero

Resumen

No solamente se puede, sino también se debe, restablecer el culto verdadero a Dios bajo este Nuevo Pacto y generación.

Lectura bíblica recomendada: 2 Crónicas 29:1-2

Introducción

I. El Rey Ezequías fue hijo del Rey Acaz, quien “no hizo lo recto ante los ojos de Jehová” (2 Crónicas 28:1).

A. Entre las cosas malas que Acaz hizo fue cerrar las puertas de la casa de Jehová (2 Crónicas 28:24).

B. Esto significa que clausuró la adoración y el culto verdadero a Dios.

II. Lo primero que Ezequías hizo como rey de Judá fue restablecer el culto a Dios.

A. Ezequías restableció el culto verdadero con el fin de honrar el nombre de Jehová.

B. ¿Qué pasos tomó para restablecerlo, y qué podemos aprender hoy de esto?

Exposición

 I. Se requiere abrir las puertas de la casa de Jehová (2 Crónicas 29:3).

A. Ezequías “abrió las puertas de la casa de Jehová”.

B. En un sentido físico, cada semana podemos abrir nuestros edificios de reunión para adorar a Dios libremente. ¡Demos gracias a Dios por esto!

C. Pero para restablecer el verdadero culto al Señor, debemos abrir las puertas de nuestro corazón.

1. Debemos amar a Dios de todo corazón (Marcos 12:30).

2. Debemos permitir que Jesús halle morada en nosotros (Apocalipsis 3:20).

3. Debemos acercarnos confiadamente y con corazón sincero al trono de la gracia (Hebreos 4:16; 10:22).

II. Se requiere una relación de pacto con Dios (2 Crónicas 29:10).

A. Un pacto es un acuerdo, una alianza entre dos o más personas.

1. “Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade” (Gálatas 3:15).

2. Quebrantar su pacto con Dios fue el gran pecado de Israel.

B. Ezequías convocó a los sacerdotes y levitas para hacer pacto con Dios.

1. Dios había sido fiel al pacto con Su pueblo (Éxodo 19:5-6).

2. Pero el pueblo y sus líderes lo habían quebrantado (2 Crónicas 29:6-7).

3. Por esta razón todo el pueblo estaba sufriendo (2 Crónicas 29:8-9).

C. Ahora estamos bajo un Nuevo Pacto—un pacto hecho con la sangre de Cristo (1 Pedro 1:19).

1. Debemos respetar este pacto con determinación, decisión y seriedad.

2. Debemos cumplir nuestros deberes espirituales (Hebreos 10:25).

3. Debemos ser diligentes en todo lo que hagamos para el Señor (Romanos 12:11).

4. Debemos ser firmes y sin doblez (Santiago 1:8; 4:8).

III. Se requiere limpiar la casa de Jehová (2 Crónicas 29:15).

A. Acaz no solamente había cerrado la casa de Dios, sino también la había contaminado.

1. Se requería que el pueblo y sus líderes fueran santos ante el Señor (Levítico 20:7).

2. Pero Dios también esperaba que Su templo fuera consagrado y limpio de toda contaminación (1 Reyes 9:3).

B. El Señor Jesús dijo que cuando nos acerquemos a Dios en adoración, debemos hacerlo sin ninguna contaminación (Mateo 5:23-24).

C. Nuestro Dios es santo, y el culto que se ofrece a Él también debe ser santo.

1. Debemos ser santos como Él es santo (1 Pedro 1:16).

2. Debemos perfeccionar la santidad en el temor de Dios (2 Corintios 7:1).

IV. Se requiere un corazón generoso (2 Crónicas 29:31).

A. El pueblo presentó sacrificios y alabanzas con un corazón generoso.

1. Tal generosidad fue imprescindible en la restauración de su culto verdadero.

2. Los generosos serán recompensados (Isaías 32:8).

B. El Nuevo Pacto también requiere un corazón generoso.

1. Las iglesias primitivas tuvieron un corazón generoso (2 Corintios 8:3-4).

2. Cuando se da generosamente, también se recibe generosamente (2 Corintios 9:6-7).

3. La generosidad glorifica el nombre de Dios y suple las necesidades de los santos (2 Corintios 9:12; 11:9).

Conclusión

I. ¿Cuál fue el resultado del restablecimiento del culto verdadero a Dios? El gozo (2 Crónicas 29:36).

A. El gozo es necesario en todo tiempo para el pueblo de Dios (Filipenses 4:4).

B. Si queremos disfrutar de este mismo gozo, restablezcamos el culto verdadero a Dios en nuestro tiempo.

II. Después de restablecer el culto verdadero a Dios, practiquémoslo siempre con corazón sincero y generoso.