¡Regocijaos en el Señor!

Lectura bíblica recomendada: Filipenses 4:4

Introducción

Con todas las malas noticias que circulan hoy, es bueno saber que como cristianos todavía tenemos suficientes razones para regocijarnos.

Exposición

I. Las razones que tenemos para regocijarnos en el Señor son variadas.

A. Debemos regocijarnos en el Señor debido a Su grandeza (Salmos 147:4-5,15-18; 148:1-6).

B. Debemos regocijarnos en el Señor debido a Su bondad y misericordia (Salmos 23:6; 145:8-9; 146:7-9).

C. Debemos regocijarnos en el Señor simplemente debido a Su gran nombre (Salmos 115:1; 148:13).

D. Debemos regocijarnos en el Señor debido a Su salvación (Éxodo 15:1-18; 1 Samuel 2:1; Salmos 13:5; 20:5).

II. ¿Quiénes deben regocijarse en el Señor?

A. Grandes y pequeños deben regocijarse en el Señor (Salmos 148:11; Filipenses 2:9-11).

B. Jóvenes y ancianos deben regocijarse en el Señor (Salmos 148:12; Eclesiastés 12:1).

C. Hombres y mujeres deben regocijarse en el Señor (Salmos 148:12; Jeremías 31:13; Gálatas 3:26-29).

III. ¿Cómo podemos regocijarnos en el Señor?

A. Al cantarle una nueva canción (Salmos 149:1; Apocalipsis 15:3-4).

B. Al reunirnos con los santos en adoración (Deuteronomio 12:7; Salmos 149:1; 150:1).

C. Al honrar Su Palabra (Salmos 148:8; cf. Marcos 4:39-41).

Conclusión

A. El salmista dijo: “Cantaré salmos a mi Dios mientras viva” (146:2).

B. ¿Es su vida una canción de alabanza para el Señor? ¿Pueden otros ver el gozo y los efectos de la salvación de Dios en su vida?