¿Qué lo hace feliz/santo?: La lealtad en vez de la comodidad

Resumen

Sin importar cuán incómodo sea esto, debemos sembrar la semilla del Evangelio del reino en toda tierra que podamos.

— Lectura bíblica recomendada: Mateo 9:9-13

Introducción

I. La gente es como el agua; nosotros generalmente tomamos el camino que presenta resistencia mínima.

II. Esto es aceptable en muchas áreas de la vida, o incluso es útil en un sentido práctico.

III. Sin embargo, en nuestro camino cristiano, es pecaminoso y letal para nuestras almas.

Exposición

I. Nuestra responsabilidad universal.

A. La Gran Comisión demanda que compartamos el Evangelio con todo aquel que oiga (Marcos 16:15).

B. El Evangelio demanda que amemos, sirvamos y edifiquemos a cada alma que se encuentra en nuestra área de influencia (Mateo 22:37-40; Romanos 12:9-16; Gálatas 6:10; 1 Tesalonicenses 5:15).

II. La seguridad de la incomodidad.

A. La responsabilidad del Evangelio nos insta a salir de nuestra zona de comodidad y nos asegura de que habrá situaciones estresantes.

B. Los incrédulos frecuentemente se opondrán a la verdad (Juan 15:18-21).

C. Los hermanos algunas veces rechazan la verdad o atacan al que enseña la verdad (Hechos 10-11; Gálatas 2:11-14; 4:16).

D. El deseo de la comodidad nos guiará al abandono de la misión.

III. La demanda de tocar lo intocable.

A. Los líderes religiosos constantemente criticaron a Jesús por tocar lo «intocable» (Mateo 9:9-13; Lucas 5:13; 7:36-50; 15:1-2; 19:7).

B. El entendimiento adecuado de la santidad es la imitación de nuestro Señor santo (1 Corintios 11:1; Efesios 5:1 et seq.).

C. Esto demanda que nosotros también toquemos la vida de los «intocables».

Conclusión

I. El énfasis de esta lección es que, sin importar cuán incómodo sea esto, debemos sembrar la semilla del reino en toda tierra que podamos.

II. Nunca tengamos un concepto arrogante de nosotros mismos, sino asociémonos con los humildes (Romanos 12:16).