Lecciones que estoy aprendiendo como padre

Resumen

De nuestros hijos podemos aprender grandes lecciones que nos harán mejores hijos para nuestro Padre que está en el cielo.

— Lectura bíblica recomendada: Juan 1:12

Introducción

I. Es una gran bendición tener la potestad de ser llamados «hijos de Dios» (Juan 1:12) y «coherederos con Cristo» (Romanos 8:17).

II. La relación con nuestros hijos (y padres) nos enseña mucho en cuanto a la relación con nuestro Padre celestial.

Exposición

I. Nuestro Padre sabe muchas cosas que nosotros no sabemos.

A. Nuestro conocimiento es muy inferior al de Dios (Isaías 55:8-9).

B. No sabemos más que Dios (Job 9:12; Daniel 4:35).

C. Dios ha revelado lo que debemos saber, pero finalmente «[l]as cosas secretas pertenecen a Jehová» (Deuteronomio 29:29).

II. Nuestro Padre nos entiende incluso cuando no podemos expresar lo que necesitamos.

A. Como hijos, no siempre podemos expresar nuestros pensamientos, pero nuestro Padre entenderá (Romanos 8:26-27).

B. Pedir produce buenos resultados (Santiago 4:2-3; Lucas 11:9-13).

C. No siempre recibiremos lo que queremos (2 Corintios 12:9).

D. Quejarse no produce buenos resultados (Éxodo 15:24; 16:2).

III. A nuestro Padre Le agrada que mostremos amor por Él.

A. Debemos reconocer que necesitamos a Dios (2 Crónicas 20:1-13).

B. A Él Le agrada que queramos que esté cerca de nosotros (Salmos 23:4).

C. «[E]l obedecer es mejor que los sacrificios» (1 Samuel 15:22).

D. Mostramos amor por nuestro Padre al guardar fielmente Sus mandamientos (Juan 14:15).

IV. Lo que parece imposible para nosotros es fácil para nuestro Padre.

A. Un tiempo corto parece ser eterno para los hijos (cf. 2 Pedro 3:8).

B. Una lesión pequeña parece ser una herida terrible (Hebreos 12:1-4).

C. Nuestra sabiduría es menor que lo «insensato» de nuestro Padre, y nuestra fortaleza es menor que Su «debilidad» (1 Corintios 1:18-29).

V. Nuestro Padre quiere que Sus hijos se amen entre ellos.

A. Quiere que compartamos (Hechos 4:32; Gálatas 6:2).

B. Quiere que mostremos misericordia (Mateo 18:23-35).

C. Quiere que nos animemos mutuamente a hacer lo correcto (1 Corintios 13:6).

D. Quiere que venzamos nuestros problemas (Mateo 18:15).

E. Nada desagrada más a nuestro Padre que la discordia entre Sus hijos (Proverbios 6:16-19; cf. Salmos 133:1).

VI. Las cosas que desagradan a los padres también desagradan a Dios.

A. A Dios Le desagrada cuando no queremos escuchar (Éxodo 16:27-28).

B. A Dios Le desagrada cuando no hacemos lo que Él dice (Santiago 4:17).

C. A Dios Le desagrada cuando insistimos en hacer algo que Él prohíbe (Jueces 2:1-4; cf. Números 33:55).

Conclusión

I. Nuestro Padre no quiere castigarnos, pero lo hará (Hebreos 12:5-11).

II. Nuestro Padre sabe lo que somos capaces de hacer (1 Corintios 10:13).

III. A pesar de cualquier cosa mala que hayamos hecho, nuestro Padre nos ama y quiere lo mejor para nosotros, y daría cualquier cosa para vernos tener éxito al final (cf. 2 Corintios 12:14-15).

IV. Nuestros hijos pueden causarnos gran gozo algunas veces y dolores otras veces, pero si prestamos atención, ¡podremos aprender lecciones que nos harán mejores hijos para nuestro Padre que está en el cielo!