Lecciones del libro de Hechos: La promesa del Espíritu

Resumen

El Espíritu llegó como había sido prometido, y así también nosotros sabemos que el Señor regresará como ha prometido.

— Lectura bíblica recomendada: Hechos 1:12-26

Introducción

I. La primera sección del primer capítulo de Hechos concluye con la ascensión de Jesús al cielo (1:9-11).

II. Mientras los apóstoles miraban al cielo, dos ángeles les aseguraron que Jesús regresaría de la misma manera en que se había ido (vs. 11; cf. 1 Tesalonicenses 4:13-18).

III. Esta sección nos enseña muchas verdades importantes en cuanto a la manera de esperar el cumplimiento de las promesas de Dios.

Exposición

I. Ellos perseveraron en unidad.

A. En obediencia a los mandamientos de Jesús, los discípulos regresaron a Jerusalén para esperar juntos al Espíritu Santo prometido (vss. 4-8, 12-14).

B. Su unidad era más que solamente una presencia en una ubicación común.

1. «Unánimes» (vs. 14) viene del griego jomothumadon, de jomos, «mismo», y thumos, «mente», «de común acuerdo».[1]

2. Ellos estaban juntos con un deseo o acuerdo singular.

II. Ellos continuaron en oración.

A. La fuerza del verbo indica una manera continua de vida. La RVR1960 expresa este significado cuando traduce: «perseveraban unánimes en oración» (vs. 14).

B. Ellos siguieron el mandamiento y ejemplo de Jesús en cuanto a la oración (Lucas 5:16; 18:1-8).

III. Ellos permanecieron en preparación.

A. Pedro rompió el silencio, detallando la necesidad de reemplazar a Judas (vss. 15-20).

B. La traición de David prefiguró la traición de Jesús (vs. 20; Salmos 41:9; 69:25; 109:8; Mateo 27:5; Juan 13:18).

C. Se debía restaurar el número completo del apostolado (vs. 22).

D. El reemplazo debía ser escogido por el Señor, debía ser un hombre que estaba con ellos y que había atestiguado la resurrección del Señor (vss. 21-22).

E. Después de esto, estuvieron preparados completamente para recibir la promesa del Espíritu Santo.

IV. El Espíritu llegó mientras ellos esperaban.

A. Como los discípulos en Hechos 1, nosotros también estamos esperando una promesa de Dios; ellos esperaban el derramamiento del Espíritu Santo, y nosotros esperamos el regreso del Señor.

B. Mientras esperamos esta promesa, debemos:

1. Continuar juntos en comunión (Hebreos 10:24-25; 1 Corintios 1:10).

2. Continuar en oración (Lucas 18:1-8; Colosenses 4:2; 1 Tesalonicenses 5:17).

3. Continuar en preparación (1 Tesalonicenses 5:1-11; 2 Pedro 3:11-14).

Conclusión

I. El Espíritu llegó como había sido prometido (Hechos 2), y así también el Señor regresará (vs. 11).

II. Así como ellos esperaron unidos en fe, nosotros también debemos esperar unidos en fe.

[1] William E. Vine, «Unánimes», Vine: Diccionario expositivo de palabras del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento exhaustivo (Colombia: Caribe, 1999), 2:924.