Lecciones del libro de Hechos: Herodes acosa a la iglesia en Jerusalén

Resumen

Debemos servir a Dios, sabiendo que al final Él pondrá todas las cosas en su lugar y nos librará de todo el mal que nos asecha.

— Lectura bíblica recomendada: Hechos 12:1-5

Introducción

I. Después de un periodo de paz, Herodes Agripa I dio inicio a una nueva persecución.

II. Jacobo, el hermano de Juan, llegó a ser el primer apóstol martirizado.

III. A pesar de los más grandes esfuerzos de Satanás, los propósitos de Dios no pudieron ser frustrados (cf. Job 42:2).

Exposición

I. Las amenazas de los reyes paganos (vss. 1-5).

A. Herodes Agripa I venía de una familia real conocida por oponerse a Dios.

1. Su abuelo, Herodes el Grande, había tratado de matar al Bebé Jesús (Mateo 2:16).

2. Su tío, Herodes Antipas, había decapitado a Juan el Bautista y había participado en el proceso vergonzoso contra Jesús (Mateo 14:1-11; Lucas 23:8-12).

3. Su hijo, Herodes Agripa II, luego procesaría a Pablo (Hechos 25:13-26:32).

B. Agripa I mató al apóstol Jacobo a filo de espada (vss. 1-2), y arrestó a Pedro con intenciones igualmente perversas (vss. 3-5).

C. Arrogantemente trató de imponer su autoridad en oposición a la autoridad del Rey de reyes (cf. 5:33-40; 7:51; 1 Corintios 10:22).

II. La liberación y retribución divina (vss. 6-23).

A. Dios escuchó las oraciones de Sus hijos y libró a Pedro por medio de un ángel (vss. 6-10).

B. La liberación asombró grandemente a Pedro y a los hermanos (vss. 11-17).

C. Tal liberación también asombró a Herodes y a los soldados, pero no hubo quién librara a los soldados (vss. 18-19).

D. Al final, la arrogancia de Herodes lo guió a su ruina (vss. 20-23).

III. La Palabra libre de Dios (vss. 24-25; 2 Timoteo 2:9).

A. La Palabra de Dios creció y se extendió a pesar de los ataques de Herodes (vs. 24).

B. Este es un tema recurrente en el libro de Hechos (6:7; 9:31; 12:24; 16:5; 19:20; 28:31).

C. En su carta final desde una prisión romana, Pablo animó a Timoteo a continuar ya que la Palabra de Dios es libre incluso cuando los hijos de Dios no lo sean (2 Timoteo 2:9).

Conclusión

I. Este capítulo enfatiza el tema bíblico común de que todos los esfuerzos de socavar los planes de Dios son vanos (Job 23:13; 42:2; Salmos 2:1-4; Proverbios 19:21).

II. También enfatiza la realidad de que Dios humillará al orgulloso y exaltará al humilde (Proverbios 29:23; Isaías 2:11-12; Mateo 23:12; Santiago 4:6; 1 Pedro 5:5).

III. Por tanto, debemos servir a Dios con humildad, sabiendo que al final Él pondrá todas las cosas en su lugar y nos librará de todo el mal que nos asecha.