El Propósito de la Iglesia

Lectura bíblica recomendada: Efesios 3:21

Introducción

A. ¿Cuál es el propósito de la iglesia?

1. ¿El evangelismo?

2. ¿El ánimo y la edificación?

3. ¿La enseñanza y la predicación?

4. ¿La benevolencia?

5. ¿La adoración?

B. Aunque estos son elementos esenciales de la iglesia, no explican adecuadamente su propósito.

C. Considere el propósito de la iglesia de Cristo.

Exposición

I. La iglesia existe para glorificar a Cristo.

A. Efesios 3:21.

B. Nuestro propósito, tanto individualmente como congregacionalmente, es servir a Dios y darle gloria y honra (cf. Eclesiastés 12:13; Romanos 15:6; 1 Corintios 10:31; 2 Tesalonicenses 1:11-12).

C. Algunos métodos por los cuales podemos cumplir este propósito son:

1. El ánimo mutuo (Romanos 14:19; Hebreos 3:12-13).

2. La predicación del mensaje de Cristo al mundo (Mateo 28:19; Marcos 16:15).

3. La ayuda a los necesitados y la compasión (Santiago 1:27; Tito 3:8).

4. La enseñanza de la Palabra de Dios (1 Corintios 1:21; 1 Timoteo 4:13; 2 Timoteo 4:1-5; Tito 2:1-10).

5. La adoración a Dios (Lucas 4:8; Hebreos 13:15; 1 Pedro 2:5).

II. Implicaciones

A. La glorificación de Dios debe ser el enfoque principal de la iglesia.

B. El propósito de la iglesia influenciará lo que hacemos.

C. El propósito de la iglesia influenciará la manera en que lo hacemos.

1. Nuestra motivación.

2. Nuestra técnica.

3. Nuestro objetivo.

D. Debemos evitar hacer cualquier cosa que no glorifique a Dios.

E. Es posible hacer las cosas correctas pero de la manera incorrecta.

1. Considere el ejemplo de los fariseos (Mateo 15:8).

III. ¿Cómo debemos glorificar a Dios?

A. Debemos entender el “qué” y el “cómo” de lo que Dios quiere.

1. La Biblia debe ser nuestra única autoridad en este aspecto (2 Timoteo 3:16-17).

B. Debemos quitar el orgullo de nuestra vida (Lucas 18:13-14).

C. Debemos asegurarnos de que nuestras intenciones sean puras.

Conclusión

A. Nuestra misión es glorificar al Señor.

B. No debemos olvidar nuestro propósito. Mantengamos nuestros ojos en la meta (Hebreos 12:1).

C. Debemos enseñar a la siguiente generación en cuanto a esta verdad fundamental (Jueces 2:10) para que la historia no se vuelva a repetir.