El Día de la Expiación

Lectura bíblica recomendada: Romanos 3:21-26

Introducción

A. El Día de la Expiación (Yom Kippur) era un día muy importante en el año judío, ya que en ese día el pueblo era limpio de todos sus pecados (Levítico 16:30).

B. En algunos lugares del Nuevo Testamento encontramos alusiones directas a este día especial y sus rituales, y se nos dice que todas sus sombras llegan a su cumplimiento final en Jesucristo.

Exposición

I. Dios dio instrucciones específicas en cuanto al Día de la Expiación.

A. El sumo sacerdote debía ser muy cuidadoso en cuanto a la manera en que se acercaba al Señor (Levítico 16:2,12,23-24; cf. 10:1-2).

B. Cuando el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo, era necesario que llevara sangre (Levítico 16:6,12-15).

C. Se debía realizar este ritual cada año (Levítico 16:34; cf. Hebreos 10:1-4).

II. Nosotros encontramos expiación perfecta en Jesús.

A. Nuestro Señor hizo expiación a través del derramamiento de Su propia sangre (Hebreos 9:11-14,23-24).

B. Aunque el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo cada año, Jesús solamente necesitó entrar una vez (Hebreos 9:12,25-28).

C. Jesús abrió un camino nuevo y vivo para que nosotros llegáramos a Dios (Hebreos 9:8; 10:19-25).

Conclusión

A. Los adoradores judíos esperaban ansiosamente el regreso del sumo sacerdote del santuario, y así también nosotros lo hacemos (Hebreos 9:28).

B. El sacrificio de Jesús fue el acto que cumplió la voluntad de Dios (Hebreos 10:5-10). ¿Le seguirá y someterá su voluntad en el altar?