Consejo malo: «Presente su verdad»

Resumen

En vez de proponer «nuestra verdad», los cristianos debemos asegurarnos de aceptar, creer y presentar la verdad de Dios.

— Lectura bíblica recomendada: Juan 8:31-32

Introducción

I. Oprah Winfrey popularizó la idea «Cuente su verdad» en su discurso de 2018 en los Premios Globo de Oro.

II. Realmente su propósito fue animar a las víctimas de abuso sexual que contaran su historia.

III. Pero otros remodelaron y extendieron el uso de la expresión y le dieron otro significado, con la intención de sugerir las siguientes ideas:

A. «Yo sé que estamos en desacuerdo, pero tú tienes tu verdad y yo tengo la mía».

B. «Todos podemos decir cosas diferentes porque cada uno tiene su propia verdad».

C. «Tú puedes no creer que el arcángel Miguel me visitó ayer y activó mi aureola, pero esa es mi verdad».

Exposición

I. «Mi verdad» versus «la verdad».

A. «Mi verdad» es una mezcla de opinión, suposición y experiencia.

B. «La verdad» es el «estado real de las cosas, la realidad fundamental independiente y por encima de toda experiencia percibida».

II. La fuente de la verdad.

A. «Mi verdad» hace que la fuente de la verdad y autoridad sea yo mismo.

1. Da crédito a toda posición que quiera adoptar.

2. Esta filosofía despoja a la verdad de su realidad.

B. Por otra parte, la verdad es fija, estable e independiente de las opiniones.

1. La Palabra de Dios es la verdad (Salmos 119:160; Juan 8:31-32; 17:17).

2. El Verbo de Dios es la verdad (Juan 1:1-4,14; 14:6).

C. «Mi verdad» socaba la verdad (2 Tesalonicenses 2:9-12; 2 Timoteo 4:3-4).

III. La humildad para recibir la verdad.

A. El enfoque bíblico sugiere que la verdad es algo que el hombre encuentra, no que crea.

B. Recibir y aceptar la verdad requiere humildad.

1. Primero, esto reconoce nuestra dependencia de Dios como Revelador de la verdad (Salmos 146:3-5; Proverbios 3:5; 28:26; Jeremías 10:23; 1 Corintios 3:18-20).

2. Segundo, nos lleva a someternos a Su voluntad, no a la nuestra (Lucas 9:23; Santiago 3:17).

Conclusión

I. La noción popular que sugiere que debemos presentar «nuestra verdad» busca justificar nuestras intenciones, pensamientos y comportamientos erróneos.

II. El hijo de Dios debe aferrarse a la verdad de Dios para mantenerse lejos del pecado.

III. Debemos aceptar humildemente la verdad en vez de proponer la nuestra.

IV. La verdad no cambia, sin importar lo que opinemos en cuanto a ella.