Consejo malo: Enfóquese en sí mismo

Resumen

El amor hacia Dios y el prójimo es la mejor forma de cuidado personal ya que nos permite ocuparnos en nuestra salvación.

— Lectura bíblica recomendada: Filipenses 2:3-4

Introducción

I. El cuidado personal es una parte importante de la vida saludable y feliz.

II. Tristemente, el mundo ha tergiversado el cuidado personal y lo ha transformado en enfoque personal.

III. Debido a esto, muchos han caído en insensibilidad e indiferencia ante otros.

Exposición

I. La necesidad del cuidado personal.

A. La Biblia supone que practicaremos el cuidado personal.

1. El amor al prójimo tiene su fundamento en el amor personal (Levítico 19:18; Gálatas 5:14).

2. El amor a nuestras esposas es un resultado del amor a uno mismo (Efesios 5:28-29; Génesis 2:24).

3. Jesús practicó el cuidado personal cuando Se apartó para orar a solas (Marcos 1:35).

B. Aunque es necesario, el cuidado personal se puede convertir en enfoque personal.

II. El peligro del enfoque personal.

A. En el aspecto práctico, el enfoque en uno mismo destruye las relaciones ya que la gente se convierte en personas poco fiables, insensibles e inescrupulosas.

B. En el aspecto teológico, esto causa conflicto con Dios.

1. No es una actitud que refleja la actitud de Cristo (Mateo 20:28; Juan 13:3-17; Filipenses 2:5-8).

2. Esta actitud previene que obedezcamos los mandamientos de Dios (1 Corintios 10:24; Gálatas 6:1-2,10; Filipenses 2:3-5; 1 Juan 3:17-19).

3. Esta actitud previene que cumplamos nuestra misión (Mateo 28:28-20).

III. La adopción de un nuevo enfoque.

A. El problema del enfoque personal es que se concentra en la persona equivocada.

B. El mundo quiere que yo me enfoque en mí mismo y que usted se enfoque en sí mismo.

C. Para vencer este problema, debemos enfocarnos en la Persona correcta.

1. Debemos concentrarnos en Aquel que amamos más en la vida.

2. Dios debe ser tal Persona (Mateo 22:37; Deuteronomio 6:5).

3. El amor personal y hacia otros fluye de nuestro amor a Dios (Mateo 22:38; 1 Juan 5:1-3).

Conclusión

I. Se debe mostrar el amor a Dios y a nuestro prójimo por medio de la obediencia (Juan 14:15; 1 Juan 5:1-3).

II. El amor generoso hacia Dios y nuestro prójimo es la mejor forma de cuidado personal ya que nos permite ocuparnos en nuestra salvación (Filipenses 2:12-13).