¿Sugiere Lucas 11:13 que Debemos Orar para “Recibir” el Espíritu Santo?

Pregunta:

“He escuchado que Lucas 11:13 es una indicación que Dios concede sobrenaturalmente el Espíritu Santo a través de la oración. ¿Es esta idea correcta?”.

Respuesta:

Se sabe comúnmente que los miembros de la religión pentecostal creen que Dios está enviando constantemente oleadas del Espíritu Santo sobre ellos en respuesta a sus oraciones. Con las manos alzadas, imploran, “Señor, envía ahora el poder”—petición que usualmente es seguida por sacudidas violentas que se asemejan a una electrocución.

Uno de los pasajes que se emplea para sostener este concepto es Lucas 11:13: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”.

Las Escrituras no enseñan (aquí ni en ningún otro lugar) que, en respuesta a la oración, el Señor infunde sobrenaturalmente a Sus hijos con el Espíritu Santo. De hecho, muchos textos bíblicos se encuentran en conflicto con este punto de vista. Entonces, ¿qué significa este pasaje?

La respuesta se encuentra en la referencia paralela del relato de Mateo. Allí el apóstol registró estas palabras: “…¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (7:11, énfasis añadido).

La comparación de estos pasajes revela que el énfasis de Mateo es las bendiciones recibidas, mientras que Lucas enfatiza la fuente divina de la benevolencia del Cielo. El Espíritu Santo opera providencialmente en las vidas de los cristianos para mejorar su servicio espiritual. Por ende, subraye “Espíritu Santo” en Lucas 11:13, y en el margen de su Biblia, escriba: La Fuente; vea Mateo 7:11 para el resultado.

Los predicadores también pueden considerar que T.H. Horne ha demostrado que el “Espíritu Santo” en Lucas 11:13 es un ejemplo de metonimia—figura en la que se señala a la causa por el efecto, i.e., se nombra al Espíritu en vez de las bendiciones que concede (1833, p. 178).

Referencia

Horne, Thomas (1833), Una Introdución Compendiosa al Estudio de la Biblia [A Compendious Introduction to the Study of the Bible] (Londres: A. Spottiswoode).