¿Pudo el ciego de nacimiento haber pecado para nacer ciego?

Resumen

Los discípulos insinuaron que un ciego de nacimiento pudo haber pecado para nacer siendo ciego. ¿Qué quisieron decir?

En Juan 9, cuando los discípulos vieron a un hombre nacido ciego, preguntaron a Jesús: «Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego?» (vs. 2) Aunque la atribución de pecado a «sus padres» es incorrecta (cf. Ezequiel 18:20), parece ser entendible; sin embargo, la insinuación de que el mismo ciego pudo haber pecado para nacer ciego es extraña. ¿Qué quisieron decir los discípulos? Exploremos las alternativas.

¿Estuvieron sugiriendo la idea de la «transmigración del alma»?

Es posible que la idea de la preexistencia del alma (en un estado diferente o comparable) hubiera estado en las mentes de los discípulos, y que ellos hubieran estado proponiendo que este hombre había pecado en un estado previo y que ahora estaba pagando por su pecado con una vida de condición miserable. Parece que los fariseos afirmaban la transmigración del alma, al menos para los buenos,[1] y definitivamente este era un concepto al cual Antipas y algunos en la población judía habían dado la bienvenida (Mateo 14:2; 16:13-14). Entonces, no es improbable que muchos de los judíos (incluyendo a los discípulos en esta ocasión), quienes habían tenido una historia larga de influencia pagana, hubieran creído el concepto completo de la transmigración del alma.

¿Estuvieron sugiriendo que el ciego pudo haber pecado en el vientre de su madre?

Es posible que los discípulos hubieran contemplado la idea (especialmente debido a interpretaciones erróneas rabínicas de pasajes como Génesis 25:22) de que los bebés eran capaces, y de cierta forma responsables, de actos pecaminosos. En sus «Ejercitaciones sobre San Juan», John Lightfoot consideró extensamente este punto de vista y presentó sostenimiento encontrado en la Midrash.[2]

¿Estuvieron sugiriendo la idea del «castigo anticipado»?

Otra posibilidad es que los discípulos hubieran pensado que este hombre estaba pagando con ceguera un pecado grave que había cometido (o que cometería) posteriormente pero que la omnisciencia de Dios había castigado de antemano (en su nacimiento). Aunque es cierto que el concepto del «castigo anticipado» pervierte la justicia de Dios (Salmos 45:6) y no es apoyado por el registro inspirado, esto no quiere decir que los discípulos no pudieran haber sostenido este enfoque, ni tampoco quiere decir que el escritor inspirado Juan hubiera aprobado este enfoque simplemente al registrar la pregunta de ellos.

¿Fue este un caso en que los discípulos simplemente estuvieron hablando sin pensar?

¿Por qué se debe suponer que los discípulos siempre eran conscientes del significado y/o las implicaciones de sus palabras? Aunque esta pregunta fue registrada por inspiración, los discípulos no la hicieron por inspiración al momento que la pronunciaron. Entonces, este pudo haber sido un caso en que ellos pronunciaron (o repitieron) la primera cosa sin sentido que se les cruzó por la cabeza. Después de todo, ¡esta no sería la única vez que lo harían (Marcos 9:5-6; Lucas 9:54-56)!

Lo cierto es que es imposible saber lo que estaba en las mentes de los discípulos cuando hicieron esta pregunta, pero la inspección de las posibilidades constituye un estudio bíblico interesante.

[1] Josefo, La guerra de los judíos 2.8.14, en Las obras de Josefo [The works of Josephus], trad. William Whiston (Peabody, MA: Hendrickson, 1987), p. 607.

[2] Lightfoot, John, Ejercitaciones hebreas y talmúdicas [Hebrew and Talmudical exercitations] (Oxford: Oxford University, 1859), 3:340-341.