¿Profetiza la Biblia la pandemia o la guerra entre Rusia y Ucrania?

Resumen

La pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania están siendo promocionadas como «señales del fin». ¿Qué dice la Biblia?

Pregunta

«La Biblia habla de guerras y rumores de guerras; también habla de pestilencias (Mateo 24). ¿Están estas profecías relacionadas al coronavirus, la guerra entre Rusia y Ucrania y a la Segunda venida de Cristo?».

Respuesta

Cada vez que suceden catástrofes mundiales, aparecen «profetas» que rápidamente aseguran que tales eventos son señales de un supuesto rapto[1] y del fin del tiempo, y que tales eventos cumplen las profecías bíblicas. Pat Robertson, fundador del conocido programa Club 700, quien tiene un récord algo extenso de predicciones fallidas,[2] dejó el silencio de la vida de jubilación para anunciar al mundo que Vladimir Putin «está siendo forzado por Dios. Está invadiendo Ucrania, pero esa no es su meta. Básicamente, su meta es avanzar contra Israel».[3] Él sugirió que tal conflicto y el cumplimiento de la meta final es clara en el libro de Ezequiel.[4]

En un video en YouTube, Greg Laurie, «pastor» de la megaiglesia Harvest en California, hizo referencia a la guerra entre Rusia y Ucrania, como también a la pandemia, y señaló:

Yo creo que estamos viviendo en los últimos tiempos. Creo que Cristo puede regresar en cualquier momento. Hay señales de los tiempos que la Biblia nos dice que debemos observar. […] Veamos Mateo 24. ¿Qué dice Jesús? En los últimos tiempos habrá guerras y rumores de guerras. Esto es guerra en una escala que no hemos visto hace mucho tiempo. Pero déjeme considerar otra cosa en Mateo 24, que menciona plagas alrededor nuestro en los últimos tiempos. Si el coronavirus no es una plaga—una plaga mundial, entonces, ¿qué es? […] Esta es la conclusión de la verdad: Las profecías bíblicas están siendo cumplidas en nuestro tiempo. Parece que estamos viendo más cosas que pasan, en tiempo real, una tras otra, como las Escrituras dicen que sucederán.[5]

Se pudiera proveer ejemplo tras ejemplo de tales predicciones. Los «profetas del fin del tiempo» aparecen con sus pronósticos más recientes, y cuando el fin no llega en el tiempo predicho, estos «profetas» permanecen en silencio hasta que un nuevo evento mundial los despierta y ellos comienzan nuevamente a presentar sus predicciones. Por otra parte, los crédulos pronto olvidan y vuelven a prestar atención a tales augurios falsos (cf. 2 Timoteo 4:3).

La respuesta breve para la pregunta en este artículo es la siguiente: Es cierto que la Biblia habla de guerras y rumores de guerras, como también de pestilencias o plagas, pero tales predicciones no se relacionan a la pandemia o la guerra entre Rusia y Ucrania. Considere la siguiente explicación más extensa.

Primero, las guerras y plagas son sucesos mundiales comunes; es decir, en cualquier tiempo dado, hay alguna guerra o plaga en alguna parte del mundo. De hecho, se considera generalmente que la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tuvo la taza más alta de mortandad de todas las guerras: más de cincuenta y seis millones de personas. Se estima que la guerra del Paraguay (1864-1870), probablemente en conjunto con una plaga de viruela, pudo haber reducido la población de tal país a la mitad—de algo de cuatrocientas mil personas a algo de doscientas veinte mil personas.[6] Se estima que la peste negra (1347-1351) pudo haber arrasado con al menos un tercio de la población de Europa.[7] Sin embargo, aunque estas catástrofes parecen no tener paralelo (incluso en nuestro tiempo moderno), todos entendemos que no fueron señales de los últimos tiempos, ya que Cristo no regresó en el siglo XIV, XIX o XX. Si tales siglos (como todos los demás) han estado llenos de guerras y plagas terribles (e incluso más terribles que las de nuestro tiempo), entonces ¿por qué se debe distinguir la pandemia del coronavirus o la guerra entre Rusia y Ucrania como señales del fin?

Segundo, ya que las «señales» de guerras, rumores de guerras y plagas son tan comunes, entonces, para que sean señales reales, deben ser particularmente individualizadas (para una audiencia específica), particularmente localizadas (para un lugar específico), particularmente simultáneas (para un tiempo específico) y particularmente asociadas (con otros eventos que clarifiquen su identificación). Esto es lo que tenemos en Mateo 24, y aquí es cuando los «profetas del fin del tiempo» deberían abrir sus Biblias para considerar el contexto y dejar de hacer predicciones irresponsables.

Las predicciones de guerras y plagas en Mateo 24 fueron ocasionadas por el escenario descrito en los versículos 1-2. Cuando Jesús salía del templo de Jerusalén, Sus discípulos se acercaron para mostrarle los edificios majestuosos del templo. En respuesta, Jesús señaló: «¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada». ¿Qué es el «todo esto» que ellos estaban viendo? Respuesta: los edificios del templo (vs. 1). ¿A qué estuvo haciendo referencia Jesús cuando dijo que «no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada»? Respuesta: a las piedras inmensas que eran parte de la edificación del templo. La predicción de Jesús, en cuanto a la destrucción del templo, impresionó tanto la mente de Sus discípulos que ellos tuvieron que preguntarle: «Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?» (vs. 3). Desde luego, «¿cuándo serán estas cosas?» hace referencia a lo que Jesús había predicho: que no quedaría piedra en el templo que no fuera derribada. Los discípulos concluyeron que, ya que el templo sería destruido, entonces esto también debía ser señal de la venida de Cristo y del fin del siglo. Aunque los discípulos pudieron haber conectado los eventos de manera equivocada, lo cierto es que la pregunta principal que intentaron hacer fue con relación a la destrucción del templo, y por ende los pasajes paralelos ni siquiera incluyen la cláusula en cuanto a la «venida y el fin del siglo» (cf. Marcos 13:4; Lucas 21:7).

Note que, al responder la pregunta, Jesús presentó señales:

  • Para una audiencia específica. Jesús les dijo: «Mirad que nadie os engañe» (vs. 4). ¿A quiénes? Respuesta: A Sus discípulos. «Y oiréis de guerras y rumores de guerras» (vs. 6). ¿Quiénes oirían esto? Sus discípulos. «[N]o os turbéis» (vs. 6). ¿Quiénes? Otra vez, Sus discípulos. «Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre» (vs. 9). ¿Quiénes? Sus discípulos. «Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora» (vs. 15). ¿Quiénes verían esto? Sus discípulos. Se pudiera listar más ejemplos, pero es claro que Jesús Se dirigió a una audiencia específica: Sus discípulos originales que Le preguntaron en cuanto a la destrucción del templo; Jesús no estuvo hablando a la gente que ahora vive algo de 2000 años después de tal evento.

  • Para un lugar específico. Cuando ellos vieran la abominación desoladora «en el lugar santo»: el templo de Jerusalén (vs. 15), entonces los que estuvieran en Judea debían huir a los montes (vs. 16). Los discípulos serían entregados a las sinagogas y concilios judíos (Marcos 13:9). Ellos verían a Jerusalén rodeada de ejércitos y entonces conocerían que su destrucción había llegado (Lucas 21:20); ira caería sobre ese pueblo: Judea (Lucas 21:23; cf. vs. 21). En tal ocasión, Jerusalén sería hollada por los gentiles (Lucas 21:24). Por tanto, la predicción de Cristo en Mateo 24 (como en los pasajes paralelos de Marcos 13 y Lucas 21) es contra Judea, Jerusalén y su templo, no contra Ucrania o algún otro país antiguo o moderno (cf. Mateo 23:37-39).

  • Para un tiempo específico. Tal tiempo estuvo limitado a la vida de aquellos que escucharon originalmente la profecía de Jesús: Sus discípulos. Cuando ellos vieran todas esas señales, entonces podrían saber que el tiempo estaba cerca (Mateo 24:33)—no estaba a 2000 años en el futuro. Para que no se malinterprete las palabras de Jesús (¡y los que hoy hacen esto no tienen excusa!), Él clarificó: «De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca» (Mateo 24:34). ¿Cuál generación no pasaría? Respuesta: La generación a la cual Jesús estaba hablando. En otras palabras, la generación que escuchó a Jesús estaría presente para el tiempo en que todas las cosas predichas (incluyendo las guerras y plagas) sucedieran. Cuando los discípulos preguntaron a Jesús: «Dinos, ¿cuándo serán estas cosas?» (Marcos 13:4), Jesús no respondió: «Esto sucederá 2000 años después». En cambio, dijo: «Mirad…» (Marcos 13:5). Ellos podrían observar los eventos. Jesús les dijo a ellos, no a nosotros: «El tiempo está cerca» (Lucas 21:8).

  • Asociadas con otros eventos de clarificación. Mateo 24 no solamente habla de plagas, guerras y rumores de guerras, sino también de otras muchas señales que, juntamente con las guerras y plagas, clarificarían que el «fin» (el fin del templo y su economía) estaba cerca. Mateo indica que llegarían falsos Cristos y profetas (vss. 5, 24), habría guerras entre naciones, hambres y terremotos (vs. 7), habría tribulación como no la ha habido antes ni la habrá después (vss. 9-10, 21), sucedería un enfriamiento de amor y fidelidad debido a la maldad (vs. 12), se predicaría el Evangelio a todo el mundo conocido en tal tiempo (vs. 14; cf. Colosenses 1:5-6, 23), se realizaría la abominación desoladora en el lugar santo (vs. 15), y los astros y potencias de los cielos serían conmovidos (una figura de gran calamidad contra naciones o reyes—cf. Isaías 13:10; 24:23) cuando el Hijo del Hombre llegara en juicio contra Jerusalén (vss. 29-31). Lucas añade que los de Judea caerían a filo de espada y serían llevados cautivos, y Jerusalén sería hollada por los gentiles (Lucas 21:24). Todas estas señales se cumplieron para el tiempo de la destrucción de Jerusalén y su templo en 70 d. C.[8]

Es cierto que hay algunas imágenes y símbolos en Mateo 24 que son difíciles de explicar, pero, independientemente de la dificultad de interpretación que propongan tales rasgos figurativos, al considerar el contexto se puede entender que las señales en la sección de los versículos 4-34 no son para nuestro tiempo.[9]

Pero si la Biblia no habla de las guerras o plagas de nuestro tiempo, entonces, ¿qué pueden aprender los cristianos de tales eventos, y tienen tales eventos alguna relación en absoluto al fin del tiempo? Lo único que sabemos en cuanto al fin del tiempo es que ahora la Segunda venida de Cristo está más cerca de lo que estuvo hace 2000, 200 o 20 años atrás. El tiempo está más cerca, no porque las guerras o plagas que observamos o experimentamos sean señales del regreso del Señor, sino porque, así como pasa el tiempo, también nos acercamos más a aquel día en que el Señor «vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas» (2 Pedro 3:10). Note que el Señor vendrá como «ladrón en la noche», y si una persona supiera «a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa» (Mateo 24:43), pero lo cierto es que los ladrones no dan «señales» de su venida, y por ende es imposible saber cuándo vendrán. Así también, el Señor vendrá de manera repentina (1 Tesalonicenses 5:2-4). Sabiendo esto, y en vista de la incertidumbre de la vida, especialmente en tiempos de guerra y plagas, los cristianos debemos considerar nuestro camino y «andar en santa y piadosa manera de vivir» (2 Pedro 3:11).

[1] En cuanto a la doctrina errónea del rapto, vea «La doctrina del rapto y la Biblia», EB Global, 2011, https://www.ebglobal.org/articulos-biblicos/la-doctrina-del-rapto-y-la-biblia.

[2] Se puede leer en cuanto a varias de sus predicciones fallidas al hacer una búsqueda breve en el internet.

[3] Crary, David, «Con la guerra entre Rusia y Ucrania, pastores evangélicos se preguntan en cuanto al “fin del tiempo”» [«Evangelical pastors wonder about “end of days” with Russia-Ukraine war»], Houston Chronicle, 17 de marzo, 2022, https://www.houstonchronicle.com/lifestyle/houston-belief/article/Evangelical-pastors-wonder-about-end-of-17010105.php.

[4] La alusión, la cual también es errónea, es a Ezequiel 38.

[5] Laurie, Greg, «Ucrania y la profecía bíblica» [«Ukraine and Bible prophecy»], 25 de febrero, 2022, video, 3:48, https://www.youtube.com/watch?v=CwMegTvUTWc.

[6] «Taza más alta de mortandad de las guerras» [«Highest death toll from wars»], Guinness World Records, https://www.guinnessworldrecords.com/world-records/highest-death-toll-from-wars.

[7] «Peste negra» [«Black Death»], Enciclopedia británica, 11 de marzo, 2022, https://www.britannica.com/event/Black-Death.

[8] Para un estudio adicional, vea Pinedo, Moisés, «Un análisis de Mateo 24», EB Global, 2011, https://www.ebglobal.org/articulos-biblicos/un-analisis-de-mateo-24.

[9] El versículo 35 parece constituir una división literaria entre lo que se escribe previamente y lo que se escribirá a continuación. Esta transición aparente, como también la carencia de «señales» en la segunda sección, ha causado que se entienda generalmente la primera parte de Mateo 24 (vss. 4-34) como la predicción de la destrucción del templo, mientras que la segunda parte (vss. 36-51) como una predicción de la Segunda venida de Cristo. Sin embargo, también se ha sugerido que todo el capítulo 24 es una descripción de la destrucción del templo, y que la diferencia radica en que, aunque hay señales del tiempo en general, realmente no hay señales «del día y la hora» específica (vs. 36). Ciertamente esta es una posibilidad. Pero sea que se entienda el capítulo de la primera o segunda manera, las indicaciones contextuales no permiten que se interprete la primera parte como aplicable a la Segunda venida de Cristo (de otra manera, la pregunta sobre la destrucción del templo quedaría sin respuesta en absoluto).