Los Efectos Devastadores del Divorcio

A través del profeta Malaquías, Jehová dijo a los israelitas antiguos: “[Y]o detesto el divorcio” (2:16, LBLA). El Señor aborrece el divorcio porque ama a la gente, y el divorcio está devastando a la humanidad.

El hombre no ha pasado un día en la Tierra fuera del ambiente de un hogar. De hecho, la misma fundación de la sociedad es el hogar. El matrimonio es la unión divina entre un hombre y una mujer que se aman mutuamente, y quienes se unen para toda la vida. Esta es la fundación en la cual la sociedad se basa completamente.

Además, esta misma unión social facilita el esparcimiento del Evangelio redentor de Jesucristo. Cuando la estructura familiar se desintegra, se carece de un factor significativo en la fe cristiana, y se pone tropiezo al Evangelio de Dios. Los que abogan por el divorcio desautorizado y caprichoso socavan la causa por la cual el Salvador murió.

Hablando generalmente, el divorcio es un mal inmenso. De hecho, es tan malo que Jesucristo solamente lo permite (juntamente con un matrimonio subsiguiente) por una razón—la fornicación (Mateo 5:32; 19:9). Las uniones subsiguientes después del divorcio—excepto para la víctima inocente del matrimonio quebrantado por medio de la fornicación—constituyen relaciones adúlteras.

El problema del divorcio ha alcanzado proporciones alarmantes. En 1970 había 4.3 millones de personas divorciadas en los Estados Unidos. Para 1994 ese número se había cuadruplicado hasta los 17.4 millones. Según el Diario del Matrimonio y la Familia, el fenómeno reciente del divorcio en que nadie admite la culpa ha acelerado esta plaga en Norteamérica. Ahora los Estados Unidos lleva el récord mundial en disoluciones matrimoniales.

En un libro publicado recientemente, Por qué el Matrimonio Importa: Razones para Creer en el Matrimonio en una Sociedad Post-Modernista, el autor Glenn T. Stanton compiló una cantidad impresionante de evidencia que revela el efecto alarmante que el divorcio está teniendo en nuestro país.

Este libro es un resumen de la investigación científica social más autoritativa publicada durante el curso del siglo pasado. Demuestra la manera en que el matrimonio monógamo perpetuo de una sola vez mejora significativamente las vidas de los adultos, sus hijos y la nación en general (Stanton, 1997).

Considere algunos de los siguientes factores: 

  • Es más probable que el alcoholismo sea un problema entre aquellos que se han divorciado que entre los que no lo han hecho. Los que se han divorciado una vez casi han duplicado el índice de alcoholismo que los que nunca se han divorciado. Los que se han divorciado más de una vez tienen casi el triple de posibilidad de caer en el alcoholismo.
  • El índice de suicidio es casi tres veces más alto entre los divorciados que entre los esposos que continúan juntos.
  • El Instituto Nacional de Salud Mental indica que los divorciados tienen alrededor de cuatro vecesmás la posibilidad de problemas de depresión que los que nunca se han divorciado.
  • Los estudios han mostrado que la probabilidad de sufrir algún desorden psiquiátrico en el tiempo de vida era significativamente más bajo para los que tenían matrimonios estables.
  • La información estadística ha revelado que los niños de padres divorciados son más propensos a abandonar el colegio que los niños de parejas que se han casado una sola vez.
  • Es mucho más probable que los hijos en familias separadas tengan problemas para obtener y conservar un empleo estable.
  • Es más probable que los hijos de padres divorciados lleguen a ser “padres adolescentes”, produciendo bebés fuera del matrimonio, que los hijos de padres casados una sola vez.
  • Los hijos de padres divorciados son el 20 a 30% más propensos a tener problemas de salud o sufrir lesiones que los hijos cuyos padres permanecen juntos.
  • Los hijos de padres divorciados son tres veces más propensos a los problemas emocionales o de conducta que aquellos cuyos padres biológicos permanecen juntos.

La evidencia es muy clara. El Creador sabía lo que estaba haciendo cuando dio regulaciones estrictas para la preservación de la primera familia. Teniendo en cuenta esto, los padres cristianos deberían esforzarse por mantener intactos sus matrimonios. Además, deberían instruir a sus hijos en cuanto al concepto de permanecer unidos en el matrimonio, así como Dios lo diseñó.

Referencia

Stanton, Glenn (1997), Por qué el Matrimonio Importa: Razones para Creer en el Matrimonio en una Sociedad Post-Modernista [Why Marriage Matters: Reasons to Believe in Marriage in Post-Modern Society] (Colorado Springs, CO: Pinon Press).