Jehová Proveerá

Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos (Génesis 22:6-8).

Considere esta escena según las perspectivas de las diferentes personas que hicieron este viaje a Moriah. En algún momento de los tres días de viaje, los siervos de Abraham se deben haber preguntado: “¿Por qué es tan importante este lugar?”. Se puede imaginar tensión incómoda cuando Abraham y su hijo dejaron atrás a los siervos y continuaron su viaje solos. Ellos tenían la leña que Abraham había cortado, el fuego que había encendido, y el cuchillo para matar a la ofrenda. Solamente faltaba un elemento, e Isaac tenía la edad suficiente para notar tal ausencia. Finalmente, Isaac rompió el silencio con la pregunta que sin duda Abraham había anticipado escuchar: “¿dónde está el cordero?”. Sea por inspiración, anticipación o percepción, su respuesta fue breve pero llena de sabiduría profunda: “Jehová proveerá” (cf. vs. 14). Hay tiempos en que nos preguntamos cómo podremos hacer lo que Dios ha requerido de nosotros. ¡Tenga la seguridad de que Dios nunca demandará nada sin darnos las herramientas para hacer el trabajo! Este es un punto que debemos recordar en cada aspecto de la vida.

Recuerde que Dios proveerá para nuestras necesidades materiales.

Él lo ha hecho desde el principio. En el huerto, proveyó a Adán y Eva de abundante alimento y agua (Génesis 2:9-10). Ellos no necesitaban refugio de los elementos ya que no había lluvia (vss. 5-6). Él incluso proveyó vestimenta cuando el pecado causó esta necesidad (3:21). Así como Dios proveyó a Abraham de todo lo que necesitaba para cumplir Su palabra (incluyendo el valor para hacerlo), Él hará lo mismo por cada uno de nosotros. Cuando no tenemos el poder de cuidar de nosotros mismos, Dios provee (Mateo 6:25-34).

Recuerde que Dios proveerá una manera de escapar de cualquier tentación.

Él proveyó a Noé una puerta de salida de la maldad en la cual vivía (2 Pedro 2:5; cf. Génesis 6:5). De igual manera, proveyó a Lot la oportunidad de escapar de la destrucción de Sodoma (2 Pedro 2:6-8). Proveyó a José una salida (Génesis 39:12), pero el camino hacia tal salida fue a través de la prisión que finalmente guió a la segunda posición después de Faraón. Pablo aseguró que Dios siempre provee una salida para cada tentación, y que, debido a esto, no hay tentación que realmente sea imposible soportar (1 Corintios 10:13). La salida puede requerir años de trabajo arduo (como en el caso de Noé). Puede requerir que dejemos a algunas personas atrás (como en el caso de Lot). Puede requerir confianza y sufrimiento paciente, pero Dios proveerá.

Recuerde que Dios proveerá juicio contra los impíos.

Cuando vemos que la gente que vive en pecado prospera a causa de su maldad, no debemos temer que la justicia de Dios nunca se cumplirá. No necesitamos preocuparnos de la venganza justa, ya que Dios es Quien pagará a cada uno en Su propio tiempo y en Su propia manera (Romanos 12:19; Hebreos 10:30).

Recuerde que Dios proveerá gozo en cada prueba.

Cuando Dios llevó a Israel al cautiverio debido a su pecado, prometió proveer “gloria en lugar de ceniza” (Isaías 61:1-3). Se producirá lo bueno del sufrimiento. Dios también proveerá un pago, tanto para los justos (Mateo 5:11-12; 16:27) y para los injustos (2 Pedro 2:13). Dios también proveerá para Sus hijos exiliados paz y gozo incluso en un mundo lleno de incertidumbre y ansiedad (Filipenses 4:4).

Tenemos mucha razón para estar agradecidos, ya que servimos a un Dios que siempre provee.