Hechiceros y Espíritus Vengadores

Pregunta:

“He escuchado reportes de algunos que visitan a hechiceros. ¿Deberían los cristianos involucrarse en tal actividad, o temer a los espíritus vengadores? Si los espíritus vengadores existen, ¿pueden escapar del reino del hades y venir a vengarse de sus homicidas o los homicidas de sus familiares? ¿Puede el diablo operar de esta manera? Quisiera ayudar a mis hermanos en cuanto al miedo del ocultismo por medio de su orientación bíblica”.

Respuesta:

Desde luego, el diablo o Satanás es real. Además, Satanás nos persigue activamente para destruir nuestras almas. Primera Pedro 5:8 dice, “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. Pero el siguiente versículo dice en parte, “…resistid firmes en la fe”. ¡Se puede resistir a Satanás!

Hoy la pregunta es si el diablo o los espíritus malos ejercen poderes milagrosos. La respuesta es, “¡Absolutamente no!”. En primer lugar, el poder sobrenatural o milagroso que Satanás o los espíritus malos ejercieron aparece en el Nuevo Testamento en el mismo tiempo cuando Jesús, Sus apóstoles y otros cristianos dotados de dones milagrosos demostraron poderes sobrenaturales o milagrosos. Aparentemente la razón para este periodo de algunas décadas en que se permitió que Satanás y su grupo usaran poderes sobrenaturales o milagrosos fue para que Jesús y los cristianos dotados por el Espíritu Santo pudieran demostrar el poder superior de Dios sobre Satanás. Por ejemplo, los milagros de Jesús demostraron Su poder sobre la naturaleza al calmar el Mar de Galilea (Marcos 4:39) o convertir el agua en jugo de uva (Juan 2), sobre la enfermedad al sanar a los afligidos (Mateo 4:23) y sobre el reino espiritual al expulsar demonios (Mateo 8:16).

El poder sobrenatural o milagroso tuvo su propósito—principalmente presentar la revelación divina y probar que esa revelación nueva era de Dios (Marcos 16:17-20). La nueva revelación que fue confirmada por los milagros es el Nuevo Testamento, y cuando el Nuevo Testamento fue completado y los milagros cumplieron su propósito, los poderes sobrenaturales o milagrosos cesaron (1 Corintios 13:8-13). La iglesia antigua tenía apóstoles, profetas, ancianos, predicadores y maestros a quienes se les había concedido dones milagrosos, pero después que se completó el Nuevo Testamento, los milagros cesaron. Los líderes, predicadores y maestros de hoy no dependen en los milagros, sino en la Palabra de Dios (Efesios 4:11-14). Ya que los poderes sobrenaturales o milagrosos ya no están en efecto en la Tierra, tampoco Satanás o los espíritus malos pueden ejercer poderes sobrenaturales o milagrosos hoy.

En segundo lugar, los espíritus que han partido no pueden escapar de su morada después de la muerte. Jesús enseñó en cuanto al hombre rico y el mendigo Lázaro, quienes murieron y fueron a residir en dos lugares separados en el hades (Lucas 16:19-31). El versículo 26 dice, “[U]na gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá”. Los espíritus que han partido no pueden salir de su lugar asignado en el hades, un lugar para los justos y otro lugar para los injustos, y no pueden dejar el hades para regresar a la Tierra.

¡Se puede resistir a Satanás (1 Pedro 5:9)! Hoy el poder e influencia de Satanás está limitado a la tentación. Sin embargo, nosotros tenemos esta garantía: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13). Ni Satanás ni los “espíritus vengadores” poseen poderes milagrosos hoy. Los hechiceros y otros practicantes de lo oculto tampoco poseen poderes sobrenaturales o milagrosos.