Familias Disfuncionales en Génesis: Adán y Eva

Resumen

La gente peca, y el pecado produce disfunción en la familia; pero el Señor puede usar a estas familias para Su gloria.

Una marca especial de inspiración bíblica es el hecho que los autores no trataron de esconder las fallas de los personajes históricos de la fe. La gente peca, y el pecado produce disfunción en la familia. Al presentar los pecados de incluso el pueblo de Dios en toda su fealdad, la Biblia hace resplandecer más la gracia y santidad infinita de Dios mientras Él obra a través de estas familias disfuncionales para llegar a la reconciliación con el hombre. De esto se trata esta serie de lecciones. ¿Qué podemos aprender de las familias disfuncionales de Génesis para ayudarnos a amar más a Dios y a aquellos que han sido hechos a Su imagen?

¿Cómo se rompió la relación de Dios con el hombre al principio? Considere el poder maravilloso de la palabra de Dios. Cuando Dios dijo “Sea la…”, algo pasó. Las cosas obedecieron. Dios moldeó la tierra, el cielo y el mar y los llenó de seres vivos que reproducen según su género. La única criatura con la cual Dios no llenó la tierra fue la que Él formaría según Su propia imagen, en Su propia semejanza (Génesis 1:26-27; 2:7). Él dio al hombre y la mujer la soberanía sobre la tierra y la responsabilidad de llenarla. El hombre es el representante de Dios en la tierra, así que llenar la tierra implicaba esparcir la gloria de Dios en ella.

Sin embargo, una criatura no estaba bajo el control del hombre—la serpiente. Esta criatura astuta tentó a Eva para desobedecer a Dios al torcer las palabras de Dios. Este “padre de mentira” (Juan 8:44) plantó la semilla de duda en la mente de Eva: “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”. Eva respondió: “Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis” (Génesis 3:1-3).

Luego la serpiente presentó su ataque mortal: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (vss. 4-5). Ella fue tentada a enfocarse en lo que no tenía, en vez de considerar los dones de gracia que tenía. La serpiente causó que ella dudara de la palabra de Dios. Cuando dudamos de la Palabra de Dios, comenzamos a dudar de Dios mismo. Pensamos que Él debe estar escondiendo algo. La serpiente básicamente dijo: “Él no quiere que tengas lo que Él tiene”. El universo físico obedeció a Dios, pero Sus criaturas más responsables se rebelaron. Toda la creación de Dios cayó en disfunción. Satanás ganó ese día, pero no ganó la eternidad. La esperanza de la humanidad vendría a través de la Simiente de la mujer (Génesis 3:15).

¿Cómo se puede relacionar esta historia a las familias disfuncionales modernas? Dios había dicho a Adán que no comiera del árbol prohibido. Suponemos que él transmitió estas instrucciones a Eva. Compare la instrucción a Adán con lo que Eva dijo a la serpiente. ¿Puede ver la diferencia? Eva dijo que ella no podía “tocar” el árbol. Para no quebrantar el mandamiento, ella añadió un segundo mandamiento. ¿Fue esta su interpretación o la interpretación de Adán? No lo sabemos. De cualquier manera, ella cambió la palabra de Dios. Dios no dijo: “No toquéis”. Él dijo a Adán que labrara y guardara el huerto (Génesis 2:15). Esto pudiera implicar que el hombre necesitaría tocar al árbol.

Al final, Eva fue engañada (1 Timoteo 2:14), pero Adán pecó sabiendo. Muy probablemente él estaba con su esposa (vs. 6), y falló en protegerla de la serpiente. A la comunidad feminista puede no gustarle, pero el Sociólogo real quiere que los esposos sean los líderes espirituales y que protejan a sus esposas de Satanás (Efesios 5:25-26).