Entenderemos Nuestras Angustias

Tara tenía 48 años cuando se le diagnosticó con cáncer. Esa es una tragedia suficiente. Pero ella llegó a ser viuda de forma imprevista cuando tuvo 49 años. ¿A quién puede acudir cuando tales cosas suceden? ¿Qué pasa a través de su mente? Aunque somos cristianos, es difícil decir: “Está bien. Yo puedo superar esto”.

Considere las palabras del himno “Entenderemos Nuestras Angustias” juntamente con los pensamientos inspirados del Salmo 73. Lea el Salmo 73 y note que Asaf estaba enfrentando las mismas preguntas que Tara ha enfrentado. Asaf fue un levita que laboró como músico y líder de adoración durante el reino de David. Este es uno de los más grandes salmos en términos de importancia continua. Es fácil identificarnos con los sentimientos del salmista—como el caso de Tara muestra.

La gente mala prospera.

En el versículo 1 de este salmo vemos que Asaf es un creyente. Note el conocimiento fundacional que tenía: “Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón”. En este salmo se puede encontrar la palabra “corazón” seis veces. Esta es la fuente de nuestro consuelo o destrucción.

En el versículo 2, el creyente da lugar a la duda: “En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos”. ¿Por qué? “Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos” (vs. 3).

Desde los versículos 4 al 9, la duda se torna en una lucha por entender lo que el salmista ve alrededor de él. ¿Cómo impactó esto a Asaf? Considere los versículos 13 al 16. Como Tara declaró, “es difícil no vivir pensando en el aquí y en el presente”.

Entenderemos nuestras angustias.

Considere las palabras de Asaf en el versículo 17: “Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos”. Esto cambia todo. Ahora el que duda y lucha se convierte en el adorador. ¿Vale la pena ser justo? ¡Absolutamente!

Debemos confiar en Dios. ¿Recuerda el versículo 1—“Ciertamente es bueno Dios para con Israel”? “Cuando medita en los misterios de la vida, aférrese a lo que sabe con seguridad, y nunca dude en la oscuridad lo que Dios le ha enseñado en la luz” (Wiersbe, 2004, p. 236).

¿Cuál es el fin de los malos? Ellos están en deslizaderos (vs. 18). Caerán en asolamientos (vs. 18). Serán asolados de repente (vs. 19).

El corazón de Asaf se llenó de amargura (vs. 21), pero él también reconoció que era torpe y que no entendía (vs. 22). El primer paso hacia la iluminación es un paso moral—apartarse de la búsqueda y lástima personal, y enfocarse en lo que Dios ha hecho por nosotros.

Otra vez, en el versículo 23 Asaf se encomendó en las manos del Ser que tiene toda la sabiduría. Él escribió: “Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria” (vss. 23-24). El punto es este: ¿Tenemos comunión con Dios? Si lo tenemos, lo demás no es tan importante.

Cuando tengamos dudas, debemos llegar a Dios en adoración. En el versículo 23, Asaf llegó a ser el conquistador.

Lea las palabras de Asaf en los versículos 25-28: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre… Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras”. Asaf dio un paso desde el escepticismo a la confianza en Dios.

Aquí hay tres pensamientos que pueden ayudarnos a tener una mejor perspectiva en nuestras “pruebas”:

  1. Dios no permitirá que seamos probados más de lo que podamos resistir (1 Corintios 10:13).
  2. El mundo y todas sus pruebas pasarán (1 Juan 2:17).
  3. Dios puede hacer lo que está en Su santa voluntad con lo que Le pertenece (cf. Mateo 20:15).

Referencia

Wiersbe, Warren (2004), Sea un Adorador Completo [Be Worshipful] (Colorado Springs, CO: David C. Cook).