El propósito de la iglesia

Resumen

El propósito de la iglesia tiene origen celestial, y se enfoca en la preparación de las almas para su encuentro con Dios.

La iglesia estuvo en la mente de Dios antes de la creación (Efesios 1:3-10; 3:11). Cristo derramó Su sangre inocente para establecer a la iglesia (Hechos 20:28; Mateo 16:18). Un día Cristo entregará el reino al Padre (1 Corintios 15:24). Ciertamente, ¡el propósito de la iglesia debe tener importancia suprema!

Entender el propósito de la iglesia es crucial porque los cristianos no podrán discernir su lugar adecuado en la iglesia si no conocen tal propósito. Además, si no entienden el propósito de la iglesia, no tendrán la motivación necesaria para involucrarse en tal propósito.

Lo que el propósito de la iglesia no es

La iglesia no es una organización principalmente social, benévola o humanitaria. Aunque Jesús poseía la capacidad de sanar a toda persona enferma en el mundo, no lo hizo. No fue Su propósito principal sanar el aspecto físico del hombre.

El propósito de la iglesia no es uno de origen humano. La iglesia es el plan y diseño de Dios, aunque el hombre «planta y riega» dentro de tal diseño (vea 1 Corintios 3:6). Aunque el hombre busca cumplir el plan de Dios, es Dios Quien da el crecimiento y añade almas a la iglesia (1 Corintios 3:6-7; Hechos 2:41, 47). Los cristianos deben entender que Cristo es la Cabeza de la iglesia (Efesios 5:23); nosotros somos miembros que seguimos las direcciones de la Cabeza.

El propósito de la iglesia no es simplemente la reunión de los cristianos para el estudio bíblico y la adoración; con esto no quiero minimizar estas funciones (vea Juan 4:23-24; Hebreos 10:24-25); pero es un error tener este entendimiento limitado en cuanto a la iglesia. Parece que muchos cristianos consideran como su responsabilidad total asistir a las reuniones de la iglesia.

Entonces, ¿cuál es el propósito de la iglesia?

El propósito principal de la iglesia se relaciona a la preparación de las almas por Dios. Pablo dijo en Colosenses 1:28: «a quien [Jesús] anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre». Fundamentalmente, el propósito de la iglesia se relaciona a la preparación del hombre para su encuentro con Dios. ¡Ninguna organización en la faz de la tierra tiene tal propósito supremo y santo!

Sin embargo, debemos señalar que hay otros aspectos de la iglesia que en cierta medida se relacionan a ese propósito fundamental. Considere cuatro elementos:

  1. La adoración de la iglesia. Esta fue una función principal de la iglesia desde el comienzo (Hechos 2:42). Dar gloria a Dios en la reunión de la iglesia, incluyendo la observación de la cena del Señor, es vital para la relación de los cristianos con Dios y la edificación del cuerpo de Cristo (1 Corintios 11:17-26; 14).

  2. El evangelismo de la iglesia. La iglesia existe para continuar la misión de Jesús. Él vino a «buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). Se logra la salvación de las almas cuando se enseña el Evangelio a la gente y ellos lo obedecen (Romanos 1:16). La iglesia existe para dar a conocer la multiforme sabiduría de Dios (Efesios 3:10).

  3. La benevolencia de la iglesia. Jesús, los apóstoles y los primeros miembros de la iglesia tuvieron compasión de los pobres y necesitados (Hechos 3:6; 10:38). Muchas veces esto abrió las puertas para el Evangelio. Hoy la iglesia debe hacer «bien a todos» (Gálatas 6:10). Frecuentemente cuando hacemos el bien a todos, también plantamos la buena semilla del mensaje del Evangelio.

  4. La edificación de la iglesia. En el relato de Mateo en cuanto a la Gran comisión, Jesús declaró que, después de bautizar a los creyentes, estos debían ser instruidos en todo lo que Él ha mandado (Mateo 28:19-20). La enseñanza de los cristianos nunca termina. El apóstol Pablo y otros regresaron a las congregaciones que habían establecido previamente para enseñar adicionalmente a los cristianos y edificarlos en la fe (Hechos 15:41; 16:5). La unidad de los cristianos, quienes aprenden, trabajan y comparten juntos, es vital para el desarrollo fraternal (Hechos 2:44-47; Romanos 12:10, 13).

Es cierto que, para cumplir estas funciones, se debe proveer ciertas cosas: se debe tener un lugar para reunirse, se debe preparar a maestros que evangelicen, se debe proveer los fondos para tales esfuerzos, etc., pero el enfoque principal debe ser la salvación de las almas fuera y dentro de la iglesia.