¿Deberíamos Dirigir Nuestras Oraciones a Jesús?

Resumen

Al consultar el Nuevo Testamento, se puede ver que la instrucción bíblica indica que se debe dirigir la oración al Padre.

Pregunta

“Estoy leyendo y escuchando más que algunos cristianos están animando a otros a orar a Jesús. Hace algún tiempo atrás, hablé con un hermano sincero que cree que estamos evadiendo a nuestro Mediador cuando oramos directamente al Padre en vez de a Jesús. Nosotros hablamos en cuanto a varios pasajes, y él hizo referencia constantemente a la ‘oración’ de Esteban a Jesús en Hechos 7. ¿Pudiera presentar el enfoque bíblico al respecto?”.

Respuesta

Obviamente se debe recurrir al Nuevo Testamento cuando se desea dar una respuesta bíblica a toda pregunta religiosa (1 Pedro 3:15). Este es el testamento al cual toda persona que vive ahora es responsable; es el Evangelio que juzgará a todos al final del tiempo (2 Corintios 5:10; Apocalipsis 20:11-15); es la fe que ha sido una vez dada a los santos (Judas 3); es la verdad que da libertad al hombre (Juan 8:32); es el Evangelio de salvación (Romanos 1:16). Ningún otro recurso aparte del Nuevo Testamento puede garantizar la respuesta correcta en cuanto a lo que se debe hacer, creer o enseñar.

Hay al menos dos puntos bíblicos que enfatizar con relación a esta pregunta.

  1. Las instrucciones o enunciados pertinentes del Nuevo Testamento enseñan a orar a Dios el Padre. Cuando uno de los discípulos de nuestro Señor Le pidió, “enséñanos a orar” (Lucas 11:1), Jesús respondió: “Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos” (vs. 2; cf. Mateo 6:6,9; 7:11). Este enunciado es suficiente instrucción bíblica para determinar la respuesta a la pregunta en cuanto a quién se debe orar. Otra instrucción general en cuanto a nuestra comunicación con la Deidad y la relación de Jesús con el Padre en tal comunicación (i.e., la dirección al Padre a través de Cristo) aparece en Colosenses 3:17: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”. El receptor de nuestra oración es el Padre. Se autoriza la oración que tiene la perspectiva legítima de ser oída por el Padre—debido a nuestra relación como hijos y la mediación de Cristo. Siempre que se consulta el Nuevo Testamento, se puede ver que la instrucción bíblica en cuanto al receptor de la oración indica que se pida al Padre en el nombre de Cristo (Juan 16:23-24,26; Romanos 8:15; Gálatas 4:6).

  2. No hay evidencia de que el ruego de Esteban a Jesucristo en Hechos 7 sea una oración en absoluto. Simplemente no se puede argumentar esto, ya que de otra manera alguien pudiera decir que cada vez que alguien pedía o hablaba con Jesús durante Su ministerio terrenal, estaba orando a Él. En el contexto de Hechos 7:55-60, se concedió al mártir Esteban la oportunidad de dar un vistazo en las profundidades del cielo y ver a Jesús (Hechos 7:55-56). Por ende, Esteban habló a Jesús directamente, a Quien pudo ver, así como alguien pudo haberle visto y hablado con Él durante Su ministerio:

Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió (Hechos 7:59-60).

Por tanto, principalmente en vista de la instrucción bíblica a orar al Padre a través de Jesús, es seguro continuar practicando la enseñanza como se ha entendido correctamente por mucho tiempo, y evitar cualquier divergencia de este procedimiento divinamente autorizado. Adicionalmente, la referencia a Esteban en Hechos 7 no es suficiente para descartar la enseñanza clara de otros pasajes del Nuevo Testamento con relación a la oración al Padre a través de Jesús—especialmente ya que no se puede probar que Hechos 7:55-60 incluso esté haciendo referencia a una oración en absoluto.