Conservando el Enfoque Mientras se Cría a Hijos como Padre Soltero

Resumen

Como padre soltero, mi enfoque en Dios en la crianza de mis hijas ha reducido los retos de la vida a obstáculos menores.

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas (Santiago 1:2).

Algunos años atrás, nuestro desarrollo familiar fue truncado y tuvimos que empezar nuevamente. El divorcio es algo terrible y algo que Dios realmente no quiere para Su pueblo. Espero que nuestra historia ayude a algunos a confiar en que Dios puede conquistar todo.

Criar a dos hijas, como padre soltero, ha sido desafiante. No puedo hacerlo sin el poder, la gracia y misericordia de Dios. Trabajar fuera del hogar y luego tratar de asegurarme que mi hogar marche bien es un reto como ningún otro. Hacer esto conservando el enfoque en la voluntad de Dios para la familia ha ayudado. He tenido que recordar que, primeramente, mi obligación es criar a mis hijas “en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4). Enfocarme en que mis hijas vean a Dios y a Su Hijo, y enseñarles y permitirles que fueran enseñadas en cuanto a nuestro Padre y Salvador, ha simplificado las cosas para mí. Cuando tomo tiempo con ellas para ayudarles a través de las cosas buenas y malas de la vida, hago la voluntad de Dios, y esto me ayuda a entender Su camino más completamente. Esto también ha ayudado a mis hijas, ya que el camino de Dios para nosotros es recto; las cosas son más claras cuando nos enfocamos en Él en vez del mundo.

Hasta hace poco, mis hijas estaban conmigo todo el tiempo. Las cosas fueron difíciles con su madre por años, y eso causó que las niñas se acercaran más a mí. Esto también les ayudó a desarrollar una relación fantástica con la esposa de nuestro predicador. Este fue un rol que ella asumió con disposición, ¡y yo estoy muy agradecido de que lo haya hecho! Ella ha sido una influencia y maestra maravillosa para las niñas. Si yo no hubiera puesto énfasis en la adoración pública y la asistencia a las clases bíblicas, ellas no hubieran tenido esta bendición. La ausencia de su madre también intensificó el amor de ellas por sus primas y tías. Mis hijas ponen atención a la manera en que ellas actúan y lo que creen. Verles adorar en la asamblea y en privado ha tenido un impacto grande en la vida de mis hijas. Su bisabuela, quien es probablemente la mujer más fuerte que conozco, les ha guiado a ser personas de carácter moral y les ha retado a trabajar duro y ser caritativas.

A pesar de todas mis deficiencias y fallas, mi familia sobrevive. Pero no solamente sobrevive, ¡sino también prospera! Esto se debe al seguimiento de la guía de Dios para nuestra familia. Cuando parecía que el mundo caía a pedazos (y algunas veces todavía parece que lo hace) y yo no entendía completamente que el rol del padre era más que proveer cosas materiales, el plan de Dios nos salvó. Mi rol como padre es proveer un ambiente que, sobretodo, enseñe el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23) e inculque fe en mis hijas que no será apagada. Este enfoque en Dios y en Cristo reduce los retos de la vida a obstáculos menores en el camino. En los problemas de la vida, puedo recordar las palabras de Pablo a los santos de Filipos: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).