Su tiempo más glorioso

El 18 de junio de 1940, Winston Churchill se paró en frente de las bancas llenas de la Cámara de los Comunes. Era un tiempo de desesperación en la historia británica. Se había hecho retroceder al ejército inglés. Se había perdido gran cantidad de armas y municiones. Los bombarderos del enemigo estaban en el país.

En tal tiempo de desesperación, se pidió que Churchill tomara su posición como líder de la nación. En frente de la multitud, él terminó su discurso memorable con estas palabras: «Aferrémonos a nuestras obligaciones con dedicación suprema para que, si el Imperio británico y su territorio perduraran por mil años, la gente todavía diga que este fue nuestro tiempo más glorioso».